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EE.UU. anuncia norma para reducir en casi 80% emisiones de metano para 2038

El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó una norma para reducir significativamente las emisiones de metano de la industria estadounidense del petróleo y el gas, un gas que calienta el planeta y que los científicos y los grupos defensores del clima han instado a los países a reducir rápidamente a medida que se dispara la temperatura global.

El anuncio se dio en medio de una ola de compromisos en la cumbre sobre el clima COP28, celebrada el sábado en Dubai, entre ellos la promesa de al menos 117 países de triplicar las energías renovables para 2030. La vicepresidenta Kamala Harris también informó que Estados Unidos iba a destinar otros US D 3 000 millones a la acción climática mundial.

El metano, principal componente del gas natural y subproducto de la extracción de combustibles fósiles, es una potente fuente de contaminación con un poder de calentamiento más de 80 veces superior al del dióxido de carbono durante sus dos primeras décadas en la atmósfera. La industria del petróleo y el gas es una de las principales fuentes de emisiones mundiales de metano, según la Agencia Internacional de la Energía.

Se espera que la nueva norma estadounidense, que será aplicada por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA), reduzca las emisiones de metano en casi un 80% para 2038, en comparación con lo que habrían sido sin la norma. La EPA calcula que durante ese periodo dejarán de emitirse a la atmósfera unos 58 millones de toneladas de metano, el equivalente a retirar de la circulación durante un año más de 300 millones de automóviles a gasolina.

La norma reprimirá de varias maneras las fugas de metano de la industria. Como novedad importante, pondrá fin a la quema rutinaria del gas natural subproducto de la perforación de pozos petrolíferos e introducirá gradualmente la obligación de capturar ese gas en lugar de quemarlo. La norma también exigirá un control riguroso de las fugas en pozos y compresores de petróleo y gas, y reducirá las fugas en equipos como bombas, tanques de almacenamiento y controladores.

También se basará en el monitoreo independiente de terceros (utilizando satélites y otras tecnologías de detección remota) para encontrar fugas grandes de metano.

El administrador de la EPA, Michael Regan, y el asesor nacional de la Casa Blanca sobre el clima, Ali Zaidi, presentaron la norma en la COP28 el sábado, un día en el que la reducción de las emisiones de metano fue uno de los temas principales y se hicieron otros anuncios multilaterales.

Regan dijo que la norma estadounidense significaba una “acción enérgica” de la gestión de Biden al “reducir significativamente las emisiones de metano”. EE.UU. es el mayor productor de petróleo del mundo; el año pasado extrajo y vendió el 21% del petróleo mundial.

“Desde la movilización de miles de millones en inversiones para tapar pozos huérfanos, reparar tuberías con fugas y recuperar minas abandonadas, hasta el establecimiento de normas estrictas que reducirán la contaminación del sector del petróleo y el gas, el Gobierno Biden-Harris está poniendo todo el peso del Gobierno federal en la reducción de la nociva contaminación por metano”, añadió Zaidi en un comunicado.

En declaraciones a CNN durante la COP28, Zaidi reiteró la necesidad de rendir cuentas y que los datos sobre las emisiones de metano son fundamentales para hacer cumplir la normativa.

“Además de los compromisos y la transparencia, tenemos que obtener los recibos, asegurarnos de que estamos haciendo los progresos necesarios”, afirmó Zaidi.

Las emisiones de metano aumentaron en los últimos años, para sorpresa de científicos y expertos en energía, que ahora abogan por tapar las fugas y acabar con la quema y liberación de gas como formas sencillas de frenar el ritmo del calentamiento global.

Expertos en contaminación y defensores del clima declararon a CNN que las empresas petroleras y gasísticas tienen muchos incentivos para reparar las fugas y poner fin a la mayor parte de la quema en antorchas, ya que en última instancia significa que pueden contaminar menos  y vender más petróleo y gas.

“Hay muchas oportunidades”, declaró a la CNN Carrie Jenks, directora ejecutiva del Programa de Derecho Ambiental y Energético de la Facultad de Derecho de Harvard. “Las empresas deberían querer reducir sus fugas porque eso es más producto. Todos los incentivos deberían alinearse aquí”.

El plan de la EPA para poner fin a la quema rutinaria es un gran paso adelante, dijo Jon Goldstein, director sénior de Asuntos Regulatorios y Legislativos del Fondo de Defensa Ambiental, que se centra en la contaminación por metano.

“Los últimos estudios científicos demuestran que las antorchas no son solo fuentes de residuos, sino también de contaminación, porque no funcionan correctamente”, dijo Goldstein. “La forma más fácil de acabar con esa contaminación es, en primer lugar, dejar de enviarla a las antorchas. No parece lógico. ¿Por qué estás quemando este producto que puedes vender?”.

50 empresas se comprometen a reducir el metano

Cincuenta grandes empresas de petróleo y gas, entre ellas Exxon y Saudi Aramco, firmaron el sábado un compromiso para reducir sus emisiones de metano para finales de la década, informó el presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, y la organización sin fines de lucro Environmental Defense Fund (EDF).

El nuevo Pacto del Petróleo y el Gas compromete a cada empresa a reducir su intensidad de metano entre un 80 y un 90% para 2030.

Estudios recientes del EDF indican que las operaciones de petróleo y gas en el mundo tienen una intensidad de metano de entre el 2 y el 3%, es decir, aproximadamente la cantidad de gas metano que se libera durante la perforación, la ventilación o la quema en antorcha, o en fugas de tuberías y compresores. Las empresas se comprometen a reducir ese porcentaje de intensidad de metano al 0,2% para 2030.

El acuerdo también compromete a las empresas a verificar por terceros que están tomando medidas contra las fugas o la quema inadecuada, siguiendo las normas internacionales establecidas por Oil and Gas Methane Partnership 2.0, según Fred Krupp, presidente de EDF.

“Sin un ápice de exageración, este pacto es lo más importante que reducirá las temperaturas del planeta en décadas”, afirmó Krupp en un comunicado.

Debido a la potencia del metano, los científicos han insistido en los últimos años en que reducir rápidamente las emisiones es clave para limitar la crisis climática. Los esfuerzos rápidos y a gran escala para reducir las emisiones de metano de origen humano podrían frenar el calentamiento global hasta en un 30%, según un análisis del EDF.

Otros criticaron el anuncio por no ser suficientemente ambicioso. Murray Worthy, investigador principal de petróleo y gas de Zero Carbon Analytics, señaló que no va más allá de los compromisos de años anteriores, y que “la industria aún tiene que cumplir” esas promesas.

“Lo más importante es que no exige a las empresas que se ocupen de la principal causa de las emisiones de los combustibles fósiles, que es su combustión”, señaló Worthy en un comunicado.

Más adelante, un grupo de organizaciones encabezado por Bloomberg Philanthropies y Naciones Unidas anunció que pondrá en marcha un nuevo programa para garantizar que las 50 compañías petroleras cumplen sus promesas de reducir las fugas de metano de sus operaciones.

“Cuanto mejor podamos medir problemas como las emisiones de gases de efecto invernadero, mejor podremos gestionarlos”, declaró Michael Bloomberg, filántropo multimillonario y exalcalde de Nueva York.

Al Jaber elogió el compromiso y dijo que se ajustaba al objetivo de mantener a nuestro alcance la meta del Acuerdo de París. Pero también dijo que “no es suficiente”.

“Lo digo con plena pasión y convicción, se puede hacer mucho más”, afirmó.