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Estrategias y acciones para garantizar un suministro permanente de energía

La situación climática actual, marcada por fenómenos como El Niño, plantea desafíos significativos para la seguridad energética en Perú.

Julio fue un mes que sentó un importante precedente en materia climática en Perú. Fue en ese mes cuando la Organización Meteorológica Mundial (OMM) decretó el inicio oficial del fenómeno El Niño. Un evento que se caracteriza por el calentamiento del mar, causando sequías, lluvias intensas y cambios en los patrones meteorológicos en diversas partes del mundo.

Una situación que también podría impactar la continuidad del servicio de energía en cuanto produce racionamientos de agua y eventuales crisis energéticas, principalmente en países en los que la generación y suministro depende en un gran porcentaje de las hidroeléctricas.

La disminución en la producción hidroeléctrica puede llevar a una mayor dependencia de fuentes de energía más costosas. Una situación que impacta directamente a los consumidores a través de incrementos en las tarifas eléctricas, lo que se refleja en facturas más altas.

“Se proyecta que la demanda global de electricidad en 2050 será tres veces mayor que en 2020. Esta proyección subraya la necesidad de mejorar la eficiencia energética en todas las áreas. Enfrentar la creciente demanda requerirá soluciones innovadoras y un enfoque renovado hacia prácticas energéticas más eficientes y sostenibles en todo el mundo”, afirma María Andrea Ortega, Microgrid Business Developer de Schneider Electric.

¿Qué alternativas se deben tomar?

Prepararse para afrontar y prevenir una crisis energética causada por el fenómeno El Niño requiere una planificación cuidadosa y la implementación de medidas de contingencia. La colaboración entre el gobierno y la industria es un elemento esencial para establecer estrategias sólidas que fortalezcan la resiliencia del país frente a eventuales crisis energéticas. En esa línea Schneider Electric hace las siguientes recomendaciones:

El desarrollo de sistemas alternativos de generación de energía: El desarrollo de sistemas solares, eólicos y geotérmicos resulta fundamental para la consolidación de una matriz energética diversificada. Son modelos que fomentan la innovación y que proporcionan una fuente de energía estable y segura. La diversificación hacia energías alternativas fortalece la resiliencia de las infraestructuras energéticas y contribuye significativamente a la creación de un futuro energético más sostenible.

El desarrollo de la infraestructura eléctrica de transmisión y distribución adecuado: Es necesario establecer un sistema que asegure el transporte eficiente, confiable y seguro de la energía generada por fuentes limpias hacia los centros de consumo.

Empoderar a los usuarios para controlar y optimizar su uso de energía: La digitalización desempeña un papel fundamental en empoderar a los usuarios para controlar y optimizar su uso de energía. Mediante la implementación de tecnologías inteligentes y aplicaciones móviles, los consumidores pueden monitorear en tiempo real su consumo energético en casa o en la empresa. 

La digitalización también impulsa la adopción de energías renovables al facilitar la integración de sistemas de energía solar y eólica en la red eléctrica. Esta capacidad de monitoreo y control no solo ayuda a los usuarios a ahorrar en sus facturas de energía, sino que también contribuye significativamente a la conservación de recursos y a la sostenibilidad ambiental.

Uso de información y datos para establecer patrones de consumo:  Los datos derivados de la operación de una organización se convierten en un elemento fundamental para determinar patrones de consumo, lo que a su vez facilita la toma de decisiones informadas para reducir el consumo innecesario. Por su parte, los sistemas de automatización permiten a los usuarios apagar o regular dispositivos electrónicos de forma remota, optimizando así el consumo energético.

Establecer sistemas de microgrids: Se trata de sistemas energéticos integrados con los que es posible gestionar recursos de energía distribuidos e interconectados, como fuentes de producción solar, generadores de combustible y la red eléctrica, junto con sistemas de almacenamiento de energía, adaptándose dinámicamente a los límites de carga.

Schneider Electric ha desarrollado EcoStruxure Microgrid. Una solución que garantiza la continuidad y estabilidad del suministro de energía en entornos productivos. Realiza una gestión eficaz de las instalaciones y conexiones a la red, maximizando la confiabilidad y favoreciendo la integración de energías renovables. Reduce costos de capital y simplifica operaciones y mantenimiento, proporcionando una fuente de energía confiable y eficiente para operaciones de gran escala.

 Comprar energía de forma estratégica: Es fundamental identificar las oportunidades estratégicas de compra de energía en una organización. Un enfoque de administración energética implica establecer una estrategia de compra que incorpore proyectos de eficiencia y una estrategia de sostenibilidad completa. Esta aproximación no solo optimiza los costos, sino que también contribuye significativamente a la sostenibilidad y eficiencia operativa de tu empresa.

“Se proyecta que el 86% de las inversiones en generación de energía hasta 2040 estarán destinadas a combustibles libres de carbono, marcando un claro avance hacia fuentes energéticas más limpias y sostenibles. Dentro de este panorama, se prevé que el 71% de estas, tendrán como finalidad el desarrollo de proyectos de energía eólica, solar e hidráulica, subrayando la creciente importancia de las energías renovables en el futuro del sector”, complementa Ortega.

Es fundamental diversificar la matriz energética mediante fuentes renovables como solar y eólica. La digitalización y la implementación de sistemas de microgrids son esenciales para optimizar el consumo y mantener la continuidad del suministro. Además, todas las estrategias de compra de energía y eficiencia energética son clave para la sostenibilidad y resiliencia del país ante las variabilidades climáticas.