Para Javier Castro, gerente general de Molycop, existen también algunas otras oportunidades para el Perú como, por ejemplo, el tema de reactivos químicos para la flotación de minerales. Pero para ello se requeriría contar con una industria petroquímica, un proyecto que tomaría unos 10 años en cristalizarse.
“El día que se implemente una planta de producción de nitrato de amonio, el Perú podría ser un gran exportador de explosivos, no solo para el mercado local, sino para Chile y demás países”. En ese sentido, enfatizó que el gobierno es el que tiene que apoyar el desarrollo de tecnologías para el sector minero.
“Con el tiempo, las minas se van agotando, van teniendo menores leyes, y si desde ahora no se desarrolla la tecnología que se requiere para los próximos 20 o 30 años, nuestra minería se puede acabar antes de tiempo”.
“Se ha avanzado mucho en los centros de servicios de proveedores de equipos, permitiéndole al Perú contar con centros de talla mundial, tanto de camiones, como de palas, celdas de flotación, molinos, entre otros. Gracias a eso, se han realizado significativas inversiones en talleres y distintas partes del país”, agregó.
Destacó el importante rol que tuvo Ingemmet en el avance de estas tecnologías, dando paso a que hoy en día haya muchas universidades con carreras mineras, por lo que considera, la institución debería retomar ese rol protagónico para impulsar su desarrollo.