Dante Vera, gerente general de V&C Analistas, brindó una entrevista al Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) donde analizó las causas detrás de la ola de violencia que se está viviendo en la provincia de Pataz, La Libertad, y vienen afectando a una de las principales empresas productoras de oro del país, Minera Poderosa. Además, advirtió que de no tomarse cartas en el asunto, el problema de la minería ilegal en el país corre el riesgo de escalar y transformarse en narco minería, como se ha visto en países vecinos.
“Hay un problema de primer orden, un problema estructural, que es la crisis de la agricultura familiar y la pobreza rural. Ese es un asunto que está golpeando a amplios sectores del campo y que no ven en su actividad económica actual una posibilidad de ingresos para su familia”, dijo. “En segundo lugar, considero que las características del país, que tiene un 75.7 % de informalidad, hacen que esta se extienda en todas las regiones y, por lo tanto, las posibilidades de encontrar empleo formal son muy escasas. Hay lugares en el Perú como Bagua, Jaén, Juliaca, en donde la informalidad llega casi al 80 – 90%”.
Para Vera, hay también un problema más de coyuntura que es el precio de los metales, particularmente del oro y el cobre. “Desde hace unos años, el precio de dichos metales se mantiene y no dan la baja, incluso se han marcado récords históricos de sus precios”, manifestó. “Esto significa “una fiebre del oro”, en la cual se desplazan poblaciones a los llamados distritos o zonas mineras a rascar la Tierra y buscar mineral como sea”.
Según el especialista, hay otras 2 razones que son sumamente preocupantes: una es la inmigración que Vera llama sur-sur, es decir, los migrantes que vienen de Venezuela, Colombia, Haití, ya no hacia Estados Unidos, sino hacia esta parte del continente, a la región andina, el Mercosur.
“Esta emigración ocupa territorios sin que existan las condiciones como para incorporarlos a la economía, entonces se incorpora a una economía informal. Y lo que está ocurriendo es que se están incorporando a economías ilegales, como lo que viene sucediendo en el Perú”, dijo.
La otra razón, sostuvo, es la expansión de organizaciones criminales trasnacionales, como es el caso del Tren de Aragua que se ha posicionado en 6 países del continente, desde Venezuela hasta Chile, pasando por el Perú, y se dedican a la extorsión, usurpación de terrenos, prostitución. “En el caso del Tren de Aragua, su presencia en el norte del país tiene 2 propósitos: facilitar el negocio de la trata de personas y comenzar a tener presencia en lugares de explotación aurífera”, dijo Vera. “Este es el caso de Pataz y es probable que se extienda a otras zonas. En Cajamarca, la provincia de Cajabamba, ya tenemos noticias de la presencia de esta organización criminal, que se disfraza de compañía de seguridad para los mineros, pero en realidad son sicarios”.