El plan del Gobierno chileno de exigir una participación mayoritaria en todos los futuros proyectos de litio desalentará la inversión y corre el riesgo de estancar la transición a la energía limpia, según el multimillonario minero canadiense Robert Friedland.
El anuncio, que provocó la caída de los precios de las acciones de las empresas chilenas de litio el viernes, sería “bastante desafiante para el capital internacional, y hace que sea más difícil invertir en Chile”, dijo el presidente de Ivanhoe Mines en una entrevista con Bloomberg. “El dinero es un cobarde, se escapa a la primera señal de problemas”.
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La demanda de litio, un ingrediente central en las baterías de los vehículos eléctricos, se disparará en las próximas décadas a medida que los fabricantes de automóviles se alejen de los modelos que funcionan con gasolina y diésel.
Chile es el segundo mayor productor mundial del metal, y el presidente Gabriel Boric busca un papel más importante para el estado en el sector, al mismo tiempo que intenta construir una industria procesadora nacional y proteger el medio ambiente.