Diez playas, de las que fueron impactadas por el derrame de petróleo de Repsol en enero de 2022, aun presentan huellas de hidrocarburos, según los análisis realizados por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente (Minam), entre el 7 y 12 de enero de este año.
Los resultados de 687 muestras de agua y arena tomadas en un total de 25 playas ubicadas en Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Aucallama y Chancay , revelan que las playas: Chacra y Mar, de Aucallama, así como Las Conchitas, Miramar 1, Miramar 2, Casino Náutico, Esmar 1, Esmar 2, Los Pocitos, y D´Onofrio, todas de Ancón; y Playa Grande 2, ubicada en Santa Rosa, aún tienen concentraciones de hidrocarburos en arena de playa relacionadas con el citado desastre ambiental.
La playa D’Onofrio, de Ancón, presenta hidrocarburos en concentraciones superiores a los estándares de calidad para agua.
A la fecha, la recuperación de las playas afectadas es por la propia capacidad natural de estos ecosistemas y no como consecuencia única de las acciones realizadas por la empresa responsable del derrame de petróleo, sostienen los técnicos del OEFA.
Los resultados obtenidos fueron socializados con la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), la Dirección General de Salud Ambiental del Ministerio de Salud (DIGESA), el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) del Minam; Instituto del Mar del Perú (Imarpe); y otras instituciones involucradas para que tomen las decisiones respectivas.
Según el OEFA, tras el derrame de petróleo en enero de 2022, gran parte del hidrocarburo derramado se desplazó hacia la costa norte de Lima, afectando el agua superficial, la arena de playa, rocas, acantilados y también el sedimento marino. Cabe precisar que las zonas no intervenidas son potenciales focos contaminantes que liberan el hidrocarburo al ser impactados por fenómenos como oleajes anómalos y luego son trasladados a las zonas de playa.