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Víctor Gobitz: Las mineras en Perú nunca dejan de invertir; cada año desembolsan US$2.000 millones para mantener el nivel de producción

La industria minera no deja de invertir porque cada año, como mínimo, desembolsa US$2.000 millones para mantener la producción que está en marcha, señaló Víctor Gobitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), en una entrevista concedida al diario Correo.

“La industria minera es intensiva en capital, no solo se extrae, se necesita reinvertir. La dimensión que tiene Perú en producción minera hace que, a pesar de que no se ve ningún proyecto nuevo, se necesite invertir, cada año, más de US$2.000 millones para sostener la producción y extender la vida de una operación minera”, dijo. “Entonces, en el muy corto plazo lo que puedo hacer es acelerar, sin bajar los estándares, las inversiones para mantener las operaciones existentes, que requieren permisos para mantener la operación y extender la vida, es más sencillo porque se tiene la misma huella ambiental, pero se requiere decisión para ir más rápido”.

Gobitz Colchado dijo que un asunto positivo reciente es la puesta en marcha de Quellaveco en 2022, que coloca a Perú, sólidamente, en el segundo lugar de la producción mundial de cobre, cuya demanda será creciente por el cambio de matriz energética y por un menor consumo de combustibles fósiles. 

“También es positivo que China haya comenzado a salir de su crisis sanitaria y está demandando más cobre, lo que ha permitido que el precio suba”, dijo el también CEO de Antamina. “Hay precios buenos, pero los pocos acuerdos de exploración son por la falta de entendimiento, la falta de una solución integral y definitiva en el Corredor Minero del Sur”.

El presidente gremial recordó que un proyecto minero necesita más de 400 permisos para salir a flote en el Perú. “La fragmentación del Estado ha creado compartimentos estancos”, dijo. “La respuesta del Estado, al no diagnosticar correctamente el problema de insatisfacción de la población, es la de crear más pasos, yendo en la dirección incorrecta. Lo correcto es resolver la causa del problema y buscar mejorar la gestión pública. Los permisos de exploración deberían ser más rápidos porque no hay un solo proceso químico, pero la cantidad de permisos ambientales que se solicitan es inusual, lo que exacerba las expectativas del propietario de la tierra”.

En Perú, obtener el permiso para un proyecto de exploración puede tomar más de tres años, resaltó con preocupación. El año pasado, la minería tuvo resultados mixtos pues ha tenido, sostuvo Gobitz, un bajo nivel de inversión en exploración, lo que es muy negativo porque se está comprometiendo el largo plazo de la industria. “Por un lado, es por la cantidad de permisos ambientales que, erróneamente, se requiere para la exploración siendo que es una actividad de muy bajo impacto. Lo segundo es la alta expectativa que genera una actividad de exploración. La exploración tiene muy bajo impacto ambiental, pero si tiene un alto riesgo financiero porque de 10 proyectos, solo uno se convierte en una mina productiva”, resaltó.