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Un proyecto de gestión hídrica redujo a cero los conflictos sociales por el agua en Pataz

Esta asociación se creó gracias al esfuerzo de Compañía Minera Poderosa y Compañía Aurífera Suyubamba.

En diálogo con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, Gilder Quiñones, jefe local de Proyectos de Asociación Pataz, dio a conocer la experiencia exitosa de gestión del agua implementada por Asociación Pataz en beneficio del distrito del mismo nombre, las lecciones aprendidas, las oportunidades para afianzar el éxito del proyecto y los posibles distritos donde podría replicar el exitoso modelo. Esta asociación se creó gracias al esfuerzo de Compañía Minera Poderosa y Compañía Aurífera Suyubamba.

“Antes de la intervención de la Asociación Pataz, el distrito de Pataz afrontaba problemas como el limitado acceso y cobertura del servicio de agua para consumo humano, la infraestructura deficiente y en mal estado, el uso irracional de agua potable, el desabastecimiento del agua, la falta de una cultura de pago por el servicio, la desorganización de las Juntas Administradoras de Servicios de Saneamiento (JASS), la presencia de la minería informal e ilegal y el mal uso del agua para sus actividades, y los conflictos sociales por el uso del agua”, dijo Quiñones. El proyecto de gestión integral del sistema de agua fue impulsado por tres actores: Compañía Minera Poderosa, Asociación Pataz y la Municipalidad Distrital de Pataz. A la fecha, en el proyecto se invirtieron 2 millones 500 mil soles, los cuales provienen de los fondos pertenecientes a Compañía Minera Poderosa.

El propósito del proyecto, recordó, es mejorar la gestión integral de “los servicios de agua y saneamiento para asegurar el acceso de la población a un agua apta para consumo humano, guardando los estándares de calidad establecidos por el Ministerio de Salud, de manera segura y sostenible”. El proyecto se basó en tres pilares de acción: infraestructura hidráulica operativa, uso del agua en cantidad y calidad según los parámetros establecidos por el Minsa, y la organización encargada de la operación y mantenimiento debidamente fortalecida.

Gilder Quiñones dijo que la implementación del proyecto tuvo que superar desafíos como el gestionar agua para consumo humano en cantidad, calidad y oportunidad; disminuir el consumo per cápita de agua a los parámetros establecidos de 350 a 100 litros/persona/día; mejorar la infraestructura de los sistemas de agua potable; y organizar, reconocer, formalizar; fortalecer a las juntas administradoras encargadas de la operación y mantenimiento de los sistemas de agua potable, y aplicar la cobranza de la tarifa por uso de agua.“Tras la puesta en marcha del proyecto de gestión integral del servicio de agua y saneamiento, se mejoró los sistemas de agua potable en los componentes de captación, conducción, almacenamiento y distribución; se instalaron sistemas de cloración de agua; se implementó un sistema de micromedición de agua por vivienda en cada centro poblado; y se impuso el sistema de cobranza de tarifa de agua según los volúmenes consumidos mediante un software”, resaltó.