Es política de Estado que el gas natural llegue a las casas de los peruanos. La masificación de hidrocarburos es un proceso en marcha, pero sus resultados, muy significativos, no son aún los soñados. Para el Consorcio Camisea, la masificación del gas natural es “una prioridad”, en palabras de Pablo Campana, gerente comercial de Grandes Clientes de Pluspetrol, operador del yacimiento gasífero más productivo del país. “Hay mucho gas, muchas reservas, hay producción sobrante que reinyectamos porque no tenemos demanda, y lo importante es llegar a los distintos segmentos de consumo, y hacer que se conviertan”, dijo. Un proyecto que fomenta Pluspetrol es Gas al Cusco. Allí instalaron tres estaciones de GNV en la región. Este plan “excedió” las expectativas de la propia Plupestrol. “Hoy estamos evaluando alguna iniciativa para instalar algún punto adicional de venta y seguir creciendo con ese proyecto”, sostuvo.
Además de este plan, Pluspetrol impulsa un programa de bonos de hasta US$15.000 para adquirir camiones a GNV y el programa de cambio de motores que consiste en financiamiento sin interés por hasta US$45.000. “La idea es que sea un fondo revolvente seguir escalando esto y con el objetivo que la mayor cantidad de buses y camiones puedan pasar al GNV”, dijo Campana en el Perú Energía 2023, el congreso sobre energético más importante del país.
Ahora bien, el Consorcio Camisea anunció la ejecución del “Corredor Camisea GNL”, un nuevo proyecto que busca contribuir con los esfuerzos de masificación del gas natural en el Perú, en esta ocasión en el transporte de carga pesada que circula en las zonas del centro y sur del país, en alianza con Limagas, con la instalación de 4 estaciones de servicio de gas natural licuado (GNL).
La industria del gas natural en el Perú es relativamente joven en comparación con otros mercados, como el caso de Colombia o Argentina, que llevan más de 60 años con este tipo de industria en marcha, dijo Walter Sciutto, gerente país de Grupo Energía Bogotá en Perú. En despecho de ello, añadió, ya cuentan en Perú con más de un millón de clientes conectados a la red de gas natural, pero la gran palanca para impulsar esta industria es la infraestructura de redes y transporte. “La única manera de fomentar el desarrollo de redes, es a través de la demanda, que es la que nos permite absorber los costos de las inversiones de manera eficiente y sostenible”, dijo.
Lima es la principal consumidora de gas natural en el Perú con más del 80% del mercado local, y de este volumen que ronda los 750 millones de pies cúbicos del recurso por día, el 65% corresponde a la generación eléctrica de Chilca, remarcó Sciutto. “La gran demanda de Lima fue lo que ayudó a absorber las inversiones necesarias para llevar adelante el desarrollo de infraestructura”, dijo. “Por lo tanto, es importante impulsar la demanda en el resto del país”.
Con respecto a la oportunidad petroquímica que el mercado ofrece, dijo que el Perú compite por abrirse camino en esta industria, junto con países como Brasil, Australia y otros, pero primero hay que llevar el gas al sur del país, y para Sciutoo, el método más ventajoso es a través del “ducto costero”, un plan que tiene 600 km desde Marcona hasta Ilo y Mollendo y su altura no supera los 1.000 msnm en comparación del otro plan, el gasoducto que atraviesa la sierra, que debe superar los 5.000 msnm. El ducto costero, dijo Sciutto, es un desembolso muy menor y una oportunidad para conectar con redes secundarias Arequipa, Moquegua y Tacna. “Es una alternativa válida para trabajarla rápidamente y no es excluyente del ducto de la sierra”, dijo.
La masificación del gas en el norte del país, entre Promigas y Quavii, ha sido “positivo” pues hoy beneficia a más de 900.000 personas, dijo Jaime Díaz Granados, gerente financiero y administrativo de Promigas Perú. Sin embargo, subrayó que el gas en provincias “no es competitivo” porque, por un lado, el mercado peruano está muy poco descentralizado y, por otro, la ausencia de infraestructura es notoria.
Quavii, una empresa de Promigas, suscribió convenios con el Ministerio de Energía y Minas para la construcción de nuevas redes que permitirán beneficiar a hogares vulnerables en Trujillo, Chiclayo, Cajamarca, Chimbote, Huaraz, Paita y Talara. Las obras serán financiadas con recursos del plan de reactivación “Con Punche Perú”, a través del FISE, y tiene como objetivo el tendido de 600 kilómetros de ductos para conectar al servicio de gas natural a cerca de 35,000 nuevas familias, en beneficio de 150,000 peruanos. Quavii prevé iniciar la construcción en este mes de junio, apuntando a que 25,000 nuevos hogares cuenten con el servicio de gas natural al cierre del 2023, pero aún esperan que el pleno del Congreso apruebe el plan, relató Díaz Granados. “Hoy en día cerca de 12 millones de peruanos gasta el doble de lo que deberían gastar si contaran con el servicio de gas natural”, resaltó.
Abel Calderón, gerente regional de Energía, Minas e Hidrocarburos del Gobierno Regional del Cusco, dijo que los habitantes de su región tienen “una voz de reclamo ante el Estado” porque “siendo dueños del gas [Camisea está ubicado en la zona de Megantoni, en el Cusco], no lo tengamos”. “Eso nos llamó mucho la atención”, dijo.
Martín Mejía, director general de Cálidda, sostuvo que las reformas a corto plazo que necesita el país para reducir los tiempos de obtención de los permisos para el tendido de redes de gas natural tienen que incluir a las municipalidades. “En la concesión de Lima tenemos más de 42 municipalidades y muchas de las zonas en donde trabajamos no tienen habilitación urbana”, dijo. “Las personas no tienen título de propiedad y así, a pesar de que existen en estas áreas otros servicios públicos. Creo que los permisos deben otorgarse a pesar de no ser zona con habilitación urbana”.
Para Mejía, el FISE ha sido muy beneficioso para el avance de la masificación del gas natural en el país. El 70% de las conexiones de Cálidda en Lima y Callao han sido posibles gracias a las ventajas del programa y muchos vehículos lo utilizan para las conversiones. El año pasado se transformaron a gas natural 70.000 vehículos en Lima y Callao, reveló Mejía. Ahora bien, sostuvo que las personas no están consumiendo gas natural al nivel que deberían para que este resulte en un ahorro más provechoso. Hay cada vez conexiones domiciliarias con solo un punto en lugar de dos. “Eso se debería revisar”, dijo.