Fitch Ratings, agencia de calificación crediticia estadounidense, afirmó que Petroperú podría eludir la necesidad de un segundo año de apoyo del Gobierno si la Nueva Refinería Talara (NRT) aumenta significativamente los flujos de caja de la compañía.
No obstante, si la NRT retrasa su producción, persistirán los flujos de efectivo negativos. De esta forma, si la demora excede el segundo trimestre del año, las necesidades aumentarían en al menos US$100 millones, y si se sobrepasa el tercer trimestre, se requerirían más de US$300 millones.
Para esta última situación, el acceso al capital podría ser mucho más limitado y se requerirá el apoyo del Gobierno.
La agencia recuerda que los dos últimos años han sido fiscalmente desafiantes para Petroperú, ya que la construcción de la refinería exigió recursos considerables para gastos de capital y porque la transición hacia el aumento de la producción continúa exigiendo efectivo.
“Originalmente, el proyecto estaba destinado a ser una unidad de desulfuración y tenía un presupuesto de US$1.800 millones, pero la redefinición del alcance del proyecto en una refinería completa, además de las demoras, aumentó el costo total a US$5.500 millones”, recordó la agencia.
El pasado 14 de abril, la misma calificadora de riesgo aseguró que la finalización de la refinería de Talara “reducirá drásticamente la inversión de capital de la compañía después de 2023; también aumentará la eficiencia operativa. Por su lado, los predecibles aumentos de los márgenes de ganancia de la refinería debieran traducirse en márgenes de ingresos ebitda más sólidos durante el horizonte de nuestra calificación de la empresa”.