La conflictividad social, que afecta no solo a la producción y las exportaciones mineras, sino también a sus inversiones, empieza a impactar de forma sostenida también en los trabajadores de esa industria extractiva, según reportes de las empresas del ramo.
Al cumplirse casi un mes de bloqueos continuos en carreteras en el sur del país, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) informó que más de 30,000 los trabajadores mineros se están viendo afectados por los ataques y las interrupciones en el corredor minero del sur.
Magaly Bardales, presidenta del Comité Sectorial Minero de la SNMPE, declaró que los incendios, robos, invasiones de campamentos y bloqueos han llevado a las empresas a evacuar o retirar de las operaciones a esa cantidad de trabajadores afectados, que representan el 13% del total de personal que labora en minas a nivel nacional.
Por su parte, Carlos Gálvez, miembro del consejo consultivo de ese gremio y expresidente del mismo, indicó al diario Gestión que parte de los trabajadores que han sido retirados de campamentos mineros corresponden a los de las empresas Las Bambas, Antapaccay y Hudbay (ubicadas en el sur).
Li Liangang, presidente ejecutivo interino de MMG Limited, anunció este domingo que, tras las interrupciones del transporte que afectaron el tránsito de entrada y salida a Las Bambas, se vieron obligados a iniciar una desaceleración progresiva de su operación en esta mina.
En un comunicado indicó que, si la situación no cambia, la mina no podrá continuar la producción de cobre a partir del 1 de febrero y que la operación entraría en un periodo de cuidado y mantenimiento.