Para mí, ser parte de la industria minera tiene un significado especial, no solo por la responsabilidad técnica y operativa que implica, sino también por el rol que cumplimos las mujeres en un sector que históricamente ha sido mayormente masculino. Estar en minería, ya sea en campo o en una función de gestión, representa la oportunidad de demostrar que la diversidad aporta nuevas perspectivas, mejora la toma de decisiones y fortalece los equipos.
Como mujer, significa abrir camino, aportar con profesionalismo y liderazgo, y también inspirar a que más mujeres confíen en que pueden desarrollarse plenamente en este sector. Para mí es un orgullo contribuir a una industria que evoluciona, que valora el talento más allá del género y donde cada vez tenemos más espacio para crecer y generar impacto.
Uno de los mayores desafíos que he enfrentado en minería ha sido ganarme la confianza en un entorno donde todavía hay pocas mujeres en posiciones operativas y de supervisión. Al inicio sentí que tenía que demostrar el doble, no solo en lo técnico, sino también en la forma de… Puedes seguir leyendo este testimonio por el Día del Minero aquí en este enlace.