La energía renovable no convencional ha crecido de manera exponencial en los últimos años en el país. “En los siguientes dos años probablemente vamos a llegar a 2,2 gigavatios solo de energía solar”, extrapoló Luis Flores Alvarado, experto en energía, en el Smart Energy Summit 2025. “En eólica ya estamos en un giga”. Todo esto significa que en un bloque horario “vamos a tener probablemente un poco más de un tercio de la generación atendida con renovables no convencionales”. Con todo, en el mercado también está irrumpiendo la tecnología del almacenamiento.
Mario Gonzales, CEO de Luz del Sur, remarcó que el aumento de más oferta renovable no convencional “obliga a todas las empresas del sector a prepararse para ver lo que está viniendo, porque de esa gran cantidad, si bien no todo se va a construir en muy corto plazo, buena parte se va a construir, eso es un hecho”.
Los costos de las energías renovables cada vez son más bajas, más asequibles. La velocidad de su implementación también es mucho más reducida comparada con las energías convencionales como las hidroeléctricas, que toman mucho más tiempo por la permisología y los acuerdos con las comunidades. Ahora bien, la introducción de energía renovable no convencional, admite Gonzales, introduce “muchas perturbaciones en la red” dado que no es “una energía tan confiable desde el punto de vista de su persistencia, de su estabilidad”.
Pero existe ya una solución: las Battery Energy Storage System (BESS), estas baterías podrían “regular la frecuencia” pues además, en varias partes del mundo, ya operan como sólidos complementos de otras tecnologías y son “económicamente adecuadas”. Además, las baterías, en comparación con las fuentes térmicas, entran en operación en milisegundos. Con respecto a la generación distribuida, sostuvo que la ausencia de regulación detiene su avance. “Para elaborar esa regulación se necesita involucrar a todos los actores”, dijo.
RED CONGESTIONADA
Cristian Remolina, gerente general de ISA Energía, admite que las renovables no convencionales desempeñan un papel cada vez más importante en el sistema eléctrico nacional. Hoy su inserción ronda el 12%, dijo, “entonces uno empieza a ver que ya estamos a puertas de toda esta serie de desafíos que se han visto en otros países y que lamentablemente han salido los titulares no por ser buenas prácticas sino por la consecuencia que tiene la inestabilidad del sistema”.
“Los transmisores somos agnósticos del precio del mercado, a nosotros nos pagan un peaje, entonces la verdad no pasa nada si el precio del mercado está alto o bajo, pero nosotros somos agentes influyentes en el mercado y vemos una red congestionada, una red con desafíos, una red retrasada en comparación a la necesidad de energía renovable y una red que se puede complementar con tecnología”, añadió el ejecutivo en el Smart Energy Summit 2025.
Remolina subraya que la energía renovable no convencional “necesita almacenamiento, no necesariamente exclusivamente baterías, aunque me gustan más las baterías, son más prácticas, pero no es lo único que existe, se puede almacenar de diferentes formas, pero al fin y al cabo lo que necesitamos es generar un equilibrio y una estabilidad en el sistema”. Y añade: “Necesitamos mayor estabilidad, mayor confiabilidad y eso se logra con tecnología”.
FIRMEZA
Desde la perspectiva de Javier Muro, subgerente de compra de energía y grandes clientes de Pluz Perú, el almacenamiento de electricidad cambiará mucho la regulación dado que la tecnología de baterías viene reduciendo sus precios a una velocidad elevada, “lo cual facilita también la posibilidad de evaluarla y que la rentabilidad de estas soluciones sea cada vez mayor”.
Otro factor que agrada a la industria es que las baterías dan “firmeza” a las renovables no convencionales, al tiempo que, del lado de la demanda, impulsan la optimización de la infraestructura.
El Perú, explicó Muro, tiene “un pico muy empinado” de demanda de energía en horas punta “aunque no tan alto como en otros países” y “la tecnología de los sistemas de almacenamiento de electricidad son muy a la medida y esa característica puede ser muy provechosa”. “No debería haber discriminación alguna para quien pueda utilizar estos sistemas de almacenamiento, tanto el generador, el transmisor, el distribuidor o el usuario”, remarcó Muro.
FLEXIBILIDAD
“La regulación siempre está por detrás de la realidad”, sostuvo Juan Miguel Cayo, gerente general de Electrodunas, pero es “urgentísimo empezar a pensar en los próximos 20 años”. Para el ejecutivo, Ica puede consolidarse como “un puente que transmite energía” desde el sur hacia Lima.
Con todo, el ejecutivo refirió que hay una notoria congestión en la red de la costa, que opera “con márgenes estrechos”.
Para Miguel Cayo, las baterías serán parte del sistema peruano de energía dado que se necesita de “flexibilidad”. “A riesgo de que se enfaden conmigo mis amigos generadores, creo que es inaceptable que sigamos teniendo 168 horas de operación mínima”, dijo. “El sistema requiere flexibilidad, y el almacenamiento es una manera eficiente y cada vez más barata de brindar al sistema justamente esa flexibilidad”.