La Sociedad Nacional de Industrias (SNI) sostiene que los 7.800 megavatios de demanda máxima “están llegando a su límite en muchas industrias”. Antonio Castillo, su director institucional, indicó en el Smart Energy Summit 2025, organizado por Prensa Grupo SAC, que un debate actual es cómo se abastecerán de energía los futuros grandes proyectos en cartera, muchos de ellos mineros.
“Se hablaba de 11.000 megavatios de acá al 2034,pero posiblemente sea mayor porque estamos pensando en una industria con miras a una minería descarbonizada”, dijo. “Nosotros pensamos que nuestra industria metalúrgica, metalmecánica, las industrias intensivas en energía, en energía eléctrica, van a seguir creciendo”.
La SNI fomenta la creación de zonas económicas privadas y especiales, catapultadas muchas de ellas por la puesta en marcha por los puertos de Chancay y el Callao. “Perú puede contar con su propio Manzanillo con una mejora de la ley de cabotaje”, dijo Castillo, en alusión al importante puerto mexicano, uno de los más importantes de la región, que mueve alrededor de 5 millones de TEU al año. Pero todos estos planes deben estar respaldados por energía.
“En la SNI estamos formando un Comité de Baterías porque vienen algunas industrias de China para desarrollar proyectos eléctricos”, dijo Castillo. “De los 27.000 buses que hay en Lima, 14.500 ya pasaron los 20 años y tienen que ser chatarreados, y hay una propuesta de dos empresas chinas para ensamblar acá los chasis y nosotros trabajar la carrocería”.
Por otro lado, manifestó, “han aparecido industrias de call centers en Perú” y esta industria también necesita energía continua.
El representante de la SNI sostuvo que el Perú cuenta con hasta seis proyectos relacionados con el hidrógeno verde, además de dos relacionados con la metalurgia y uno con la petroquímica, con el que se planea “sustituir esa enorme importación de fertilizantes del país”, cercana a los US$830 millones anuales.
“Yo imagino una zona económica verde de hidrógeno en Arequipa”, resaltó Castillo, quien refirió que en Brasil hay planes más avanzados al respecto. “Hay que ponerle fuerza a estas zonas económicas verdes, que ya tienen el marco legal para poder desarrollarse sin impuesto a la renta por cinco años”.