Daniel Cámac, presidente de la Asociación Peruana de Hidrógeno, expuso una visión amplia y directa sobre el papel del hidrógeno en la descarbonización global, con especial énfasis en el sector marítimo. Advirtió que 2025 se perfila como uno de los años con mayores emisiones de CO2, incluso por encima de 2024, lo que intensifica el reto de contener el calentamiento global y obliga a acelerar el uso de tecnologías limpias. En este escenario, destacó cinco pilares decisivos: electrificación, energías renovables, hidrógeno y sus derivados, captura de CO2 y eficiencia energética.
Durante el 1er Technical Day organizado por Everllence Perú y H2 Perú, Cámac explicó que el hidrógeno es un vector energético capaz de llevar energía limpia a procesos que no pueden electrificarse directamente. Su uso, dijo, puede reducir emisiones en industrias intensivas en energía como la minería, el cemento, el acero y el transporte. Remarcó que Perú tiene capacidad para producir hidrógeno de bajas emisiones a partir de diversas fuentes, incluidas energías renovables y procesos industriales.
Uno de los puntos centrales fue el sector marítimo, responsable de unos 700 millones de toneladas de CO2 equivalente al año, cifra equivalente a siete veces las emisiones del Perú. Solo el transporte de contenedores genera alrededor de 220 millones de toneladas. Con el crecimiento previsto del comercio mundial, si no se actúa, las emisiones podrían aumentar 50% hacia 2050.
El expositor subrayó la importancia del “scope 3”, que agrupa las emisiones indirectas de la cadena logística y que en algunos sectores supera el 90% del total. En el caso de la minería, explicó, estas emisiones no pueden reducirse únicamente con energía renovable. El hidrógeno y sus derivados se convierten así en una herramienta clave para disminuir el impacto ambiental del transporte marítimo y de todas las industrias que dependen de él.
Cámac también analizó alternativas como el amoníaco, el metanol y los combustibles sintéticos, capaces de integrarse a la industria sin reemplazar toda la flota existente. Aunque el avance es desigual entre países, ya existen regulaciones vigentes —especialmente en la Unión Europea y la Organización Marítima Internacional— que establecen trayectorias obligatorias hacia el carbono neutral y penalidades económicas por incumplimiento.
Según Cámac, esta transición global representa una oportunidad para el Perú. El país cuenta con más de 33,000 MW de proyectos renovables en desarrollo y un potencial que supera los 100,000 MW. Recordó además que Perú tiene una trayectoria real en hidrógeno renovable desde 1965, cuando se inició la producción por electrólisis para fabricar amoníaco y nitrato de amonio.
Destacó que el país ya aprobó una ley de hidrógeno verde y que H2 Perú impulsa su reglamentación y normas técnicas. Entre las iniciativas actuales mencionó el trabajo para convertir Arequipa en un hub energético orientado a la industria marítima y la exportación de hidrógeno.