El hierro peruano se ha convertido en una fuente relevante de divisas, con más de 8 millones de toneladas anuales producidas en Marcona (Ica) bajo la operación de Shougang Hierro Perú. Sin embargo, su futuro enfrenta un riesgo estructural: el 95% de las exportaciones se dirige a China, dejando al país altamente expuesto a los vaivenes de la economía y la política del gigante asiático.
“Perú no puede sostener su mercado del hierro con un solo comprador y un solo productor”, advierte Washington López, economista y experto en precio de metales. A su juicio, cualquier desaceleración de la industria siderúrgica china, que ya muestra signos de menor dinamismo, impacta de manera inmediata en las divisas que recibe Ica y en la balanza comercial del país.
El escenario internacional refuerza la preocupación. Las consultoras proyectan precios del mineral de hierro entre US$95 y US$110 por tonelada en 2025, con una tendencia de normalización hacia los US$80–100 en 2026, reflejando una demanda global más débil.
Ante esta coyuntura, López señala que el Perú tiene que pensar a largo plazo. “Necesitamos una industria siderúrgica propia que capture mayor valor agregado, como lo hicieron Brasil y México. Además, es urgente diversificar destinos: India y el Sudeste Asiático son mercados que debemos conquistar”, apunta.
Para el especialista, el hierro seguirá siendo un motor económico regional en Ica, pero su sostenibilidad dependerá de que el Perú deje de depender exclusivamente de China y dé el salto hacia una estrategia de industrialización.