El exministro de Energía y Minas, Luis Miguel Incháustegui, sostuvo que el gran desafío del país es lograr que los recursos que genera la minería se traduzcan efectivamente en bienestar y desarrollo sostenible para la población.
Incháustegui, durante el tradicional Jueves Minero organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), planteó que la sostenibilidad de la actividad minera debe construirse sobre tres pilares: gestión del agua, impulso al desarrollo territorial y fortalecimiento de empresarios locales.
Recordó que la minería representó el 62% de las exportaciones peruanas en 2024, aporta cerca del 10% del PBI nacional y generó más de 249 mil empleos directos a junio de este año. Además, precisó que las transferencias mineras alcanzaron S/ 8,340 millones en el primer semestre de 2025.
“Los recursos generados por la minería se transfieren, pero no está generando el cierre de las brechas sociales. Lo que necesitamos es colaboración entre los actores, entre el sector público y privado, para que esos recursos se transformen en desarrollo sostenible, que se enfoquen primero en el cierre de las brechas sociales y en paralelo en generar bienestar”, señaló Incháustegui.
El exministro advirtió que si no se supera la falta de confianza entre los actores involucrados, Perú podría desaprovechar las oportunidades de desarrollo que la minería ofrece. “Actualmente existe una crisis de confianza entre los actores, y cada vez se agrava más. Eso limita la posibilidad de avanzar con sentido de urgencia en las soluciones que el Perú necesita”, afirmó.
Incháustegui destacó la estrategia de valor compartido, una visión empresarial que, según explicó, integra la innovación y la colaboración como ejes centrales. “El valor compartido tiene que ser un círculo virtuoso. Esto significa encontrar una necesidad social y ambiental alineada con el negocio, resolverla y al mismo tiempo generar un valor”, indicó.
Perú cuenta con una cartera de 67 proyectos mineros valorizada en más de US$ 64 mil millones, principalmente de cobre, mineral clave para la transición energética global. “Tenemos una oportunidad histórica, pero si no aceleramos las mejoras en gobernanza y sostenibilidad, corremos el riesgo de desaprovecharla. Debemos promover una correcta política que ayude al sector a ser más inclusivo y competitivo”, advirtió.