La búsqueda de innovadores es constante en una industria como la minería, que necesita con urgencia de buenas ideas y de un cambio de hábitos. La larga cadena de valor del sector extractivo ofrece oportunidades a quienes sepan identificar los puntos de mejora: ojos entrenados y mentes ágiles suelen dar con diversas soluciones para un mismo problema. En el argot profesional, le llaman satisfacer una necesidad. Quintil Valley es una organización cuya ayuda para repotenciar ideas disruptivas es cada vez más valiosa y valorada. Walter Rosenthal Navarro, su fundador, espera hallar más de estos escasos pero esenciales emprendimientos en el Perú. Ya lo ha hecho en Chile.
Quintil Valley es un trampolín, una aceleradora de empresas embrión o startups, opera principalmente en la minera región cuprífera de Antofagasta, área en la que han logrado darle músculo a 25 startups. Ahora buscan lograr lo mismo o más en nuestro país con un fondo que ronda el medio millón de dólares y la experiencia y relaciones profesionales forjadas con el paso de los sabios años. Quintil Valley existe por y para promover la innovación del sector minero y la próxima idea que lo cambiará todo puede llegar, Walter Rosenthal lo sabe, de cualquier industria, de cualquier país, de cualquier persona.
La gran y mastodóntica industria minera ha comenzado a poner los ojos y el dinero en… Puede seguir leyendo la nota en nuestra edición 119 aquí.