El precio del cobre cerró la semana en US$ 4.32 por libra, con un alza semanal de un 0,5%. Con ello, el promedio anual del metal alcanzó US$ 4,23 por libra, situándose 5,5% por encima del promedio registrado en igual período de 2024.
Durante la semana, el precio del cobre experimentó volatilidad, influenciada por factores comerciales, monetarios y de inventarios. Inicialmente, un acuerdo arancelario temporal entre EE. UU. y China impulsó un alza, alcanzando su máximo desde abril, refirió Cochilco en su habitual análisis de fin de semana sobre el metal rojo.
Sin embargo, esta subida se moderó al cierre de la semana. También, se reactivaron las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal. Esto impactó directamente en la competitividad del cobre y en el comportamiento especulativo del mercado, dijo la entidad chilena. En cuanto a los inventarios físicos, aumentaron significativamente en la Bolsa de Futuros de Shanghái, lo que sugiere una demanda interna china debilitada.
“Aunque el panorama esta semana fue favorable, persisten riesgos importantes que continúan presionando el mercado del cobre”, anunció Cochilco.
El anuncio de un acuerdo arancelario temporal entre Estados Unidos y China marcó la pauta en los mercados, generando un impulso alcista inicial que, sin embargo, fue seguido por una corrección moderada hacia el cierre de la semana.
El pacto contempla una reducción significativa de aranceles durante un periodo de 90 días — del 145% al 30% en el caso de EE. UU. y del 125% al 10% en China— lo que contribuyó a disipar temporalmente los temores de recesión y a mejorar las expectativas de crecimiento global. En este contexto, el precio del cobre alcanzó su nivel más alto desde abril.
En el ámbito físico, los inventarios en la Bolsa de Futuros de Shanghái aumentaron un 34%, revirtiendo tres semanas de descensos, en un contexto de demanda interna debilitada. Esto sugiere una cautela creciente por parte de los compradores chinos.
Si bien las importaciones chinas de cobre aumentaron un 13% interanual en abril, parte del alza podría deberse a compras anticipadas ante el alivio arancelario, más que a una mejora estructural de la demanda. En síntesis, aunque el entorno de corto plazo fue favorable, persisten riesgos relevantes.