En la conferencia del Jueves Minero titulada Minería y Desarrollo: Oportunidades y Riesgos, se contó con la participación de dos consultores especialistas en minería, quienes reflexionaron acerca de las causas de los conflictos sociales en el sector minero y las oportunidades para lograr sinergias entre los diversos actores, especialmente entre los encargados de gestionar la inversión pública y privada, ambas fundamentales para el desarrollo.
Oswaldo Tovar, consultor en Ingeniería de Recursos SRL, consideró que los ingenieros de minas y los profesionales del sector tienen un reto muy grande que es priorizar el vender mejor la imagen del sector, entender cómo funciona el marketing en la cadena de la sociedad para que haya una buena percepción de la minería, e incluso se sientan orgullosos de pertenecer a un país minero.
“Toda nuestra formación está dirigida a dominar la oferta, llámese recurso o producción, no la demanda. En otros sectores, como retail, hay mucho esfuerzo por dominar la demanda del consumidor, hay marketing y necesitamos entender cómo funciona el marketing”, afirmó.
En segundo lugar, Tovar dijo que se necesita comprender la diferencia entre “disponibilidad a pagar y disponibilidad a recibir”, ya que un terreno no solo tiene valor por metro cuadrado, sino por varios factores ideológicos y culturales. “No siempre lo que yo quiero pagar como minero coincide con lo que venden. Cuando la brecha es demasiado grande no hay negocio, no hay acuerdo”, explicó.
El tercer factor al que se refirió fue el anticapitalismo. Mientras que la minería y los hidrocarburos son intensivos en capital, esta corriente es enemiga de que se genere renta. Por lo que se tiene que dialogar, generar ideas, alertas, y socializar al máximo el sector.
“Nuestro sector creo que va a salir adelante cuando logremos que nuestra sociedad vea a la minería como algo necesario, no solo financieramente, sino algo de lo que también se pueda sentir orgulloso”, enfatizó.
Rendición de cuentas
Marita Chappuis, consultora en Economía minera, se refirió a la rendición de cuentas como un ejercicio clave para lograr la optimización de la gestión de la inversión pública y privada en beneficio de la población.
“Creo que, en los últimos 10 años, el país se nos está yendo de las manos y hay un problema serio con las autoridades. Pero esas autoridades son fruto de nuestra cultura de no pedir rendición de cuentas”, señaló.
Chappuis comentó que, como auditora de The Copper Mark, uno de los criterios establecidos en las empresas es examinar el sistema de reclamos y quejas. Sin embargo, en el Perú no se tiene ese aspecto muy bien incorporado.
“No tenemos esa cultura en el país de que tenemos todo el derecho de pedir rendición de cuentas y seguir todos los procedimientos que están en la ley de procedimientos administrativos para pedir una revisión, establecer una queja, pedir apoyo a las autoridades”, apuntó.
Por ello, recalcó que “esa es la parte que tenemos que cambiar. Sembrar en la ciudadanía que pidan rendición de cuentas a las autoridades. Para que cualquiera no se lance a ser alcalde, que se dé cuenta que le van a pedir rendición de cuentas. Y cualquier ciudadano le puede hacer un proceso, ir hasta el tribunal de SERVIR y pedir que a ese funcionario lo inhabiliten o lo saquen porque ha hecho esto, esto y aquello”.