La industria minera debe trabajar en colaboración con expertos, academia, reguladores y comunidades para encontrar soluciones sostenibles y responsables en temas de gobernanza y operación de depósitos de relaves en Perú. Para lo cual, debe desarrollar e implementar un sistema de gestión de relaves, afirmó el Ing. Edgar Quiroz, gerente de Relaves y Aguas de MMG Minera Las Bambas, durante su participación en el Foro de Investigación, Tecnología, Innovación y Sostenibilidad Minera-ITIS del XV Congreso Nacional de Minería (Conamin).
“La gestión efectiva de los relaves mineros es un desafío crítico para la industria minera debido a los potenciales impactos ambientales, sociales y económicos asociados. Para abordar este desafío, las empresas mineras deben adoptar un enfoque sistemático y basado en las mejores prácticas de la industria”, planteó.
Los relaves ocurren en la intersección de un sistema complejo que conecta una mina con entornos físicos y sociales, en el espacio y el tiempo, y la historia nos ha demostrado que los sistemas complejos no se pueden gestionar únicamente a través de soluciones de ingeniería.
En ese sentido, una de las metodologías ampliamente reconocida y utilizada para la mejora continua de procesos y sistemas de gestión es el ciclo PDCA (Planificar, Hacer, Verificar, Actuar) de Deming.
Detalló que dicha metodología proporciona un marco estructurado para planificar, implementar, evaluar y mejorar continuamente los procesos de gestión de relaves. Además, existen estándares internacionales y guías de buenas prácticas que brindan directrices específicas para la gestión integral de relaves mineros.
Durante su exposición, presentó la implementación de un Sistema de Gestión de Relaves mediante la aplicación de la metodología Deming PDCA y el cumplimiento de estándares internacionales como el GISTM (Global Industry Standard on Tailings Management), la guía ANCOLD (Australian National Committee on Large Dams), la Guía de Buenas Práctica, conduce a una gestión efectiva y sostenible de los relaves mineros.
“La aplicación del ciclo PDCA de Deming fomenta un enfoque reiterativo y de mejora continua en la gestión de relaves. Esto permite a las empresas mineras evaluar y optimizar constantemente sus prácticas, reduciendo los riesgos y mejorando la eficiencia del sistema”, explicó Quiroz.
Agregó que al alinearse con estándares internacionales como el GISTM, la Guía de Buenas Prácticas y la Guía ANCOLD, las empresas mineras pueden asegurar el cumplimiento de las regulaciones y mejores prácticas de la industria, minimizando los impactos ambientales y sociales.
“Estos estándares promueven un enfoque integrado en la gestión de relaves, abordando aspectos técnicos, ambientales, sociales, económicos y de gobernanza a lo largo del ciclo de vida de las instalaciones de relaves”, explicó.
Agregó que la aplicación de estas guías y metodologías permite una identificación, evaluación y mitigación eficaz de los riesgos asociados con la gestión de relaves, como fallas estructurales, derrames, contaminación ambiental e impactos en las comunidades locales. Por ello, operar ya no es solo abrir y cerrar válvulas, el operador cada vez que abre o deja de cerrar una válvula debe saber a qué riesgo expone o controla al sistema. Existe un nuevo enfoque de operación de relaves con base a la gestión de riesgos, al menos en relaves, puntualizó.
Asimismo, las directrices establecidas por estos estándares aseguran que las instalaciones de relaves sean diseñadas y construidas de acuerdo con criterios rigurosos de ingeniería, garantizando su estabilidad física y minimizando los riesgos a largo plazo.
Del mismo modo, indicó que debe promoverse un monitoreo continuo y un mantenimiento adecuado de las instalaciones de relaves, lo que permitirá la detección temprana de problemas y la implementación de acciones correctivas oportunas.
“Es importante la integración de los sistemas de gestión mediante la alineación de políticas, objetivos, procedimientos, roles y responsabilidades, definiendo límites de batería y evitando superposición de responsabilidades”, puntualizó.
Para finalizar, señaló que la implementación de un Sistema de Gestión de Relaves permite a las empresas mineras adoptar un enfoque proactivo, responsable y sostenible en la gestión de estos residuos, logrando una mayor seguridad, eficiencia y aceptación social.