En Arequipa, de acuerdo con el Plan de Aprovechamiento de Disponibilidad Hídrica (PADH) vigente para el periodo 2023-2024 aprobado por el Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca Quilca-Chili y validado por la Autoridad Administrativa del Agua Caplina-Ocoña (AAA CO) de la Autoridad Nacional del Agua, la disponibilidad hídrica hasta abril del 2024 está garantizada en un 95 % para todas las demandas en la región Arequipa.
Según informó la AAA CO, durante los últimos seis años ha llovido en forma suficiente para abastecer a la población; sin embargo, dadas las escasas lluvias de este 2023 se está restringiendo el 5 % para usos agrícolas, y en Majes y Chili, hasta un 10 %. De igual manera, el uso industrial y minero cuentan con una restricción del 10 %.
En cuanto al uso poblacional, la restricción es de 0 %, dado que constituye una prioridad y no se contempla la restricción de este uso hasta abril del 2024. Cabe indicar que durante los últimos seis años, el PADH ha atendido todas las demandas sin problema y sin alcanzar restricciones de más del 5 %.
Refirió la AAA CO que se debe esperar el nuevo periodo de lluvias hasta marzo del 2024 para observar el comportamiento del clima y las lluvias para que, según la cantidad almacenamiento, se pueda establecer la disponibilidad del recurso para el próximo año.
El PADH tiene que ver con la oferta de agua; es un instrumento de planificación que se elabora de forma participativa; la administración correcta de los recursos con los que contamos para abastecernos para los diferentes usos durante todo el año.
De acuerdo con la norma, son los consejos de Recursos Hídricos de Cuenca los entes que elaboran el PADH de manera anual; para lo cual se conforman grupos de trabajo en los que participan los diferentes usuarios de agua acreditados por las entidades y respaldados bajo resolución brindada por la Autoridad Nacional del Agua.
En el Quilca Chili se estructuran los grupos de trabajo de Sistema Chili regulado, Majes, que comprende Pampa de Majes, Ampato Siguas Quilca, y no regulados como Yura, Zona oriental y Vítor.
En la parte donde no existen sistemas de represamiento que cuentan con sistemas de regulación artesanal, se siente la carencia en setiembre, por lo que sus actividades dependen del recurso que aflora naturalmente de los manantiales y la recarga del acuífero.
La ANA es un ente técnico-normativo, por lo que los gobiernos regionales y gobiernos locales deben asumir la construcción de infraestructura de almacenamiento. En la región, el Gobierno Regional de Arequipa ha proyectado la construcción de las represas de Tomagrande, con capacidad de tres hectómetros cúbicos, y Casablanca, con capacidad de siete a nueve hectómetros cúbicos.