En Moquegua, ante una posible afectación del recurso hídrico debido a la erupción del volcán San Pedro de Ubinas, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego pondrá en marcha el desarrollo de acciones de monitoreo de la calidad del agua superficial por intermedio de la Administración Local de Agua (ALA) Tambo Alto Tambo.
Esto se produce en el marco del Decreto Supremo N.° 078-2023-PCM, que declara el estado de emergencia en los distritos de Coalaque, Chojata, Ichuña, Lloque, Matalaque, Ubinas y Yunga, de la provincia de General Sánchez Cerro, por peligro inminente ante el proceso eruptivo del mismo.
Según se informó, la ANA realizará la evaluación de parámetros físicoquímicos e inorgánicos en las principales fuentes de agua de los distritos de Ubinas, Matalaque, Lloque y Chojata, que se encuentran en el radio de los 15 kilómetros al sureste del cráter del volcán, y que pueden ser afectadas por la caída de ceniza, flujos de lodo (lahares) y flujos piroclásticos.
El muestreo se efectuará en 12 puntos de la red de monitoreo de las quebradas Volcanmayo, Capajón, Siguiña, Chifón, Tonohaya, y los ríos Ubinas, Sacuhaya y Phara, donde se priorizará la vigilancia de las principales captaciones de uso agrícola, ubicadas en el distrito de Ubinas.
De igual forma, se considerarán las quebradas de Torrine, en Lloque, y Chojata, en el distrito del mismo nombre, ante un posible esparcimiento de la ceniza volcánica. En los distritos de Lloque, Chojata, Ubinas, el recurso hídrico es utilizado con fines poblacionales, agrarios y pecuarios.
El administrador de la ALA Tambo Alto Tambo, Bernardo Nina, indicó que, con estas acciones a realizar, se busca determinar el impacto de las explosiones y emisiones de ceniza del mencionado volcán en los cuerpos de agua de las zonas comprendidas en la declaratoria de emergencia, y en cumplimiento de las competencias de la ANA respecto a vigilar las fuentes naturales de agua del país.
Considerado el más activo del sur del Perú, dicho volcán presentó los últimos procesos de erupción en abril del 2014 y julio del 2019. Este último afectó, además de Moquegua, Tacna, Puno e incluso algunos sectores de Bolivia.