La acelerada adopción de la inteligencia artificial (IA) está redefiniendo el mapa energético mundial. Los centros de datos incrementarán drásticamente su consumo eléctrico en los próximos años, generando un desafío urgente: asegurar infraestructura energética y redes eléctricas capaces de responder a esta demanda intensiva, continua y altamente fluctuante.
Esta premisa se desprende del informe “¿Atrapados en la red? El apetito energético de la IA”, publicado recientemente por Hitachi Energy. El estudio advierte que, según la Agencia Internacional de Energía (IEA), aproximadamente 945 TWh de demanda eléctrica provendrán de centros de datos a nivel mundial hacia 2030. La IA será el principal motor de este crecimiento, representando cerca del 10% del incremento total de la demanda eléctrica global.
“Un sistema eléctrico diseñado para la previsibilidad y la planificación de la carga base ya no es adecuado para su propósito. Debemos planificar en torno a cargas de rápido movimiento, alta densidad y picos intermitentes que pueden comportarse más como máquinas industriales que como granjas de servidores tradicionales”, destacó Aleksandar Grbić, Global Data Center Solution Manager de Hitachi Energy.
La expansión y modernización de las redes eléctricas ejercerá una presión creciente sobre las cadenas de suministro de equipamiento crítico. Solo considerando transformadores, y basándose en las proyecciones de crecimiento de la capacidad de centros de datos para IA, se requerirán entre 670 y 1400 transformadores eléctricos a nivel mundial para 2030.
Para ese mismo año, McKinsey proyecta que estarán operativos 156 GW de capacidad en centros de datos para IA, con 125 GW añadidos entre 2025 y 2030; un crecimiento comparable a toda la capacidad de generación eléctrica instalada en España. Otros expertos estiman cerca de 90 GW adicionales en este periodo.