En el panel “Conectando regiones con eficiencia” del evento Transporte Sostenible 2025, representantes de Transportes Línea, Z BUSS y MODASA coincidieron en que el Perú tiene el potencial energético para modernizar el transporte interprovincial, pero requiere políticas claras y mayor inversión en cargadores y flota a gas natural.
Roberto Zevallos, gerente de Relaciones Públicas y Operaciones de Z BUSS, destacó que, en 2012, la empresa logró incorporar gas natural en el servicio de transporte interprovincial, comprobando dos ventajas: ahorro significativo en combustible y durabilidad de los motores.
“Nuestro primer motor a gas requirió su primera intervención ocho años después de entrar en operación”, afirmó. “Hoy ingresan al país ómnibus a gas de 380 HP, robustos y competitivos. Z BUSS conecta el norte chico (Huaral, Chancay, Huacho) y hemos verificado que el gas es viable y sostenible en operación real” Nuestra proyección al 2027–2028 es duplicar la flota a gas: de 30 a 60 unidades”.
“En Transportes Línea atendemos los sectores de transporte interprovincial, gran minería, industria y agroindustria. En cada licitación presentamos un abanico de soluciones —diésel, electromovilidad y gas natural— y adaptamos la propuesta a la ruta y condición del cliente”, resaltó Edwin Seminario, gerente de Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente de Transportes Línea.
En cuanto al desarrollo del GNL, que permite una autonomía de hasta 1,000 km por su mayor densidad energética, Edwin Seminario resaltó que dicho recurso es viable y necesario en la etapa de transición energética actual, pues reduce emisiones frente al diésel y disminuye costos operativos.
En el caso concreto de Antapaccay, la empresa operó con buses eléctricos a más de 4000 msnm, evitando la emisión de más de 300 t de CO₂.
Daniel Rubio, gerente general de MODASA, resaltó que la sinergia entre el gas natural y la eléctrica es esencial para lograr un futuro energético más eficiente y sostenible, basado en los pilares de accesibilidad/competitividad, seguridad energética y protección del medio ambiente.
“En comparación con el diésel, el gas natural emite aproximadamente 30% menos gases de efecto invernadero (GEI) y 99% menos material particulado. Además, los motores a gas ya cumplen con el Euro 6, un estándar que con diésel seguimos postergando”, explicó.
No obstante, Rubio advirtió que la masificación de ambos recursos en el transporte pesado enfrenta un gran reto: la penetración en el mercado. “Hoy apenas el 5% de los vehículos pesados son a gas y circulan menos de 50 buses eléctricos. Falta infraestructura y política pública más firme para acelerar el cambio”, sostuvo.
Desafíos del transporte eléctrico interprovincial
En la actualidad, la mayoría de cargadores disponibles, tanto de corriente alterna (AC) como de corriente continua (DC) de alta potencia (carga rápida), se encuentran en Lima. Por ello, Edwin Seminario enfatizó que es preciso seguir desarrollando una red nacional de infraestructura de carga, con el propósito de escalar la electromovilidad a nivel interprovincial.
“Para la red nacional, el Perú tiene potencial: hidroeólico (norte), solar (sur) e incluso geotérmico; y a futuro hidrógeno verde (por ejemplo, proyectos de amoníaco en Arequipa) que permitirían autonomías de 1,000 km”, dijo.
En tanto, Daniel Rubio advirtió que la falta de inversión inicial y de cargadores de alta potencia frenan la adopción masiva de vehículos eléctricos en el transporte pesado interprovincial. “Hoy existen unos 40 puntos de carga, pero muchos son privados y de baja potencia (10–12 kW); para buses se necesitan modelos de 60 kW y casi no hay”, refirió.
El representante de MODASA señaló la falta de políticas de Estado firmes que permitan nivelar las condiciones frente al gas, que hoy sigue ofreciendo ventajas más competitivas en términos de accesibilidad y costo. “Los casos eléctricos actuales se deben a pioneros privados que decidieron apostar por flotas limpias”, precisó.
Los retos actuales impiden que el gas natural y la electromovilidad alcancen aún la escala que el transporte pesado del Perú necesita. En ese contexto, Rubio y Zevallos instaron al Estado a impulsar la masificación del GNV, que ofrece más beneficios ambientales, sociales y económicos frente al diésel. Asimismo, resaltaron que para acelerar los avances se deben fortalecer las políticas de gas en transporte pesado y, sobre todo, contar con una ley de electromovilidad.
Por su parte, Edwin Seminario, resaltó que el Perú posee un amplio abanico de soluciones (gas, eléctrico e incluso hidrógeno), cuyo impulso requiere de combatir paradigmas y promover tecnologías ecoeficientes que mejoren costos, seguridad, confort y salud.
En la actualidad, casi el 43% de la energía primaria del país se destina al sector transporte, según datos de Global Energy Monitor. En pasajeros y carga pesada predomina el diésel, cuya dependencia de importaciones lo convierte en un desafío energético y económico.
El gas natural emerge como una alternativa estratégica, en vista de las reservas que ya existen y que podrían ampliarse mediante la exploración. No obstante, solo entre el 5% y el 9% de este recurso se destina hoy al sector transporte.