Anglo American plc comunica que ha tomado nota de la declaración de Peabody Energy del 19 de agosto, en la que rescindió sus acuerdos de noviembre de 2024 para adquirir el negocio de carbón siderúrgico de la minera en Australia.
Según el comunicado de la minera, Anglo American continúa “concentrándose y avanzando a buen ritmo hacia la reanudación segura de Moranbah North y cree firmemente que el evento ocurrido el 31 de marzo de 2025 en la mina, que forma parte del negocio de carbón siderúrgico de Anglo American, no constituye un MAC (Material Adverse Change)”, una cláusula contractual que le permitía retirarse.
Duncan Wanblad, director ejecutivo de Anglo American, declaró: “Estamos convencidos de que el incidente ocurrido en Moranbah North en marzo no constituye una pérdida de capital (MAC según los acuerdos de venta con Peabody. Nuestra opinión se ve respaldada por la ausencia de daños en la mina y los equipos, así como por el progreso sustancial logrado con el regulador, nuestros empleados, los sindicatos y otras partes interesadas, como parte del proceso regulatorio para el reinicio seguro de la mina”.
Y añadió: “Por lo tanto, estamos muy decepcionados de que Peabody haya decidido no completar la transacción”, valorizada en US$3.800 millones.
El ejecutivo alega que “habría sido mejor para todas las partes evitar una disputa legal. Por ello, hemos invertido un esfuerzo significativo y mostrado gran flexibilidad durante los últimos meses para encontrar una solución para Peabody, incluyendo la propuesta de modificaciones en los términos y opciones técnicas”.
Tras la decisión de Peabody de no proceder con la transacción, Anglo se enfoca en el reinicio seguro de Moranbah North.
La retirada supone un duro golpe para la reestructuración general de Anglo, que busca simplificar la empresa y centrar su atención en el cobre y el mineral de hierro. En los últimos meses, la minera ya ha escindido su unidad de platino y busca activamente un comprador para su división de diamantes de De Beers, que atraviesa dificultades.
Se suponía que la venta de carbón coquizable sería la parte más directa de la estrategia de desinversión de Anglo. Los inversores habían considerado el acuerdo un hito.