En pleno proceso de crecimiento organizacional con su proyecto Nueva Centinela, la compañía Minera Centinela cumple 11 años de operación en la comuna de Sierra Gorda, la región de Antofagasta, Chile.
Los principales atributos de la operación son el uso de agua de mar sin desalar y de energía eléctrica proveniente de fuentes 100% renovables, así como iniciativas de innovación que la ponen a la vanguardia de la industria, como la implementación de relaves espesados, el tajo Esperanza Sur que funciona de manera autónoma y la Gestión Integrada de Operaciones (GIO) que tiene su centro de control en la ciudad de Antofagasta.
Actualmente, Centinela emplea a cerca de 9 mil personas, de las cuales más de 2 mil 500 corresponden a personal propio, y de ese número, el 27% son mujeres. “Sabemos que la minería del futuro no solo depende de grandes proyectos, sino también de las personas y de la forma en que trabajamos”, manifestó el gerente general de Minera Centinela, Nicolás Rivera.
La compañía está viviendo una etapa de crecimiento gracias a la construcción Nueva Centinela, el proyecto de una segunda línea de producción de sulfuros caracterizada por una nueva planta concentradora y una serie de obras de infraestructura en diversos frentes, como el chancador primario, un nuevo acueducto y la ampliación del Muelle ubicado cerca de la localidad de Michilla.
Esta iniciativa, en línea con la compañía, utilizará agua de mar sin desalar, energía eléctrica proveniente de fuentes renovables y relaves espesados, estando diseñado con altos estándares ambientales y de seguridad. A la fecha, su construcción ha generado más de 10 mil 700 empleos, con 2 mil 900 personas de la región de Antofagasta contratadas, lo que equivale al 27% del total de personal.
Desde sus inicios en 2014, tras la fusión de las operaciones de Tesoro y Esperanza, Minera Centinela ha sido pionera en innovación y sustentabilidad, y en los últimos años ha acreditado su producción con los más altos estándares, avalada por certificaciones internacionales como The Copper Mark, Moly Mark e ISO 9001:2015.
En el ámbito tecnológico, fue la primera operación minera en instalar un centro de Gestión Integrada de Operaciones (GIO) en Antofagasta, desde donde monitorea y controla los procesos en tiempo real. Además, su rajo Esperanza Sur opera de forma autónoma, integrando digitalización e inteligencia artificial en busca de mayor eficiencia productiva y menor impacto ambiental.