La región del Cusco tiene muchos recursos, pero paradójicamente esos recursos no han sido muy bien utilizados, refiere Fernando Santoyo, presidente de la Cámara de Comercio del Cusco. “Tenemos brechas todavía en tema de acceso a salud, tenemos brechas en cuanto a lo que es acceso a alimentación. Nuestras tasas de anemia, tasas de desnutrición no son las mejores a nivel nacional, como le digo, a pesar de que tenemos uno de los presupuestos públicos per cápita más altos”, refiere en esta conversación. “Entonces, ahí es evidente la falta de capacidad de ejecución o priorización de la calidad de la inversión”.
La situación económica y social de la región Cusco ¿es la idónea hoy en día para atraer inversiones?
Considero que, al contrario, hemos retrocedido en los últimos años; la inversión privada se ha reducido inclusive. El asunto de la conflictividad social y política nos está afectando y nos va a pasar, con el tiempo, cada vez más una cuenta mayor, porque se ha detenido la inversión en infraestructura, de servicios, especialmente en turismo.

En el tema de la inversión privada, en el comercio y otras actividades, también vemos que se ha reducido. La inversión privada es más o menos el 80% en la economía nacional y el 20% restante es gasto público. Pero en el Cusco y solo en la región Cusco, la inversión privada y la pública es un 50-50.
El gobierno regional, los gobiernos locales, tienen presupuesto, por el canon gasífero, por el canon minero, aparte de la asignación de recursos ordinarios que le transfiere el Estado, pero la inversión en general es poca, muestra el debilitamiento o el freno de la inversión privada, al menos a nivel regional.
¿La inversión privada se ha debilitado en qué provincia más que en otra, diría usted?
Las principales actividades económicas con las que contamos, como región, son la minería, los hidrocarburos, el turismo, el comercio. La caída de… Puedes consultar la nota en nuestra edición 119 aquí.