El valor de un yacimiento no solo depende de sus características geológicas, sino también de la tecnología que utilice para su explotación y de la manera en que se gestione su explotación, incluyendo aspectos ambientales y sociales. Esta es una verdad como un puño y la sostiene Fernando Gala Soldevilla, ex viceministro de Minas y docente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, un optimista que está convencido de que el país, si ata su futuro al cobre, y si da las señales correctas al mundo, tendrá un prometedor futuro.
La valorización de un proyecto minero, como usted lo ha dicho, suele ser muy subjetiva, pero para reducir esa subjetividad tenemos la PEA, los estudios de prefactibilidad, los estudios de factibilidad, pero hoy en día se suma un nuevo componente, al menos en el Perú, los conflictos sociales. ¿Tienen estos, en la actualidad, también un costo en la valorización de un proyecto minero?
Por supuesto, ¿no? Siempre el concepto de valorizar es básicamente cuánto valen las reservas. Las reservas serán explotadas en el futuro, y el futuro es incierto. La incertidumbre rodea la explotación, y evidentemente una de ellas son los conflictos sociales., que no solo se dan en proyectos sino también en operaciones ya encaminadas. Los conflictos sociales generan retrasos y hasta paralizaciones. Destruyen valor.
Por tanto, es un asunto complejo. ¿Cómo predecir los conflictos sociales? Y más importante aún: ¿cómo evitarlos? Las empresas hacen todo lo que está en sus manos para mantener la paz social: ser buenos vecinos, tener buenas relaciones comunitarias, pero todo esto no te asegura nada.
Evidentemente, hay que prevenir. ¿Tiene que esforzarse más la empresa en los temas de las relaciones comunitarias? Por supuesto que sí, pero también es importante el trabajo del Estado para intervenir en los conflictos lo antes posible y, mejor aún, para evitarlos.
Tenemos, como país, mucho dinero, pero esa riqueza monetaria no… Puedes leer esta entrevista en nuestra edición 119 aquí.