Para el ingeniero Fernando Gala Soldevilla, exviceministro de Minas y docente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), la valorización económica es hoy una de las competencias clave para la toma de decisiones estratégicas en minería. En un contexto global marcado por la transición energética y la creciente demanda de minerales críticos, contar con herramientas que permitan evaluar el verdadero potencial de un yacimiento se ha vuelto más importante que nunca.
El especialista señaló que una buena valorización requiere no solo capacidad técnica, sino también comprensión del entorno legal y regulatorio. “Cuanta más certeza tenga una empresa sobre los permisos y el marco normativo, mejor podrá valorizar. La falta de predictibilidad o las demoras afectan directamente el valor de los proyectos”, advirtió en diálogo con el IIMP. Fernando Gala dicta el curso Valorización económica de yacimientos y empresas mineras.
Entre los errores comunes que se dan en la valorización económica de yacimientos mineros, Gala destacó dos: la subestimación de los riesgos, que van más allá de los precios del mercado, y la elaboración de planificaciones poco realistas. “La minería tiene riesgos sociales, políticos, operativos, financieros, y todos deben ser considerados. Además, una planificación subjetiva puede hacer fracasar una valorización”, alertó.
Con respecto al impacto de la transición energética, indicó que esta representa una oportunidad pero también un riesgo. “Habrá que poner en las valoraciones de proyectos de mediano y largo plazo ese costo del cambio a la matriz energética. Y por otro lado, analizar también posibles cambios de escenarios de mejor precio, porque la transición energética va a tener consigo más demanda de metales críticos, aumentando las utilidades de las empresas mineras.”, afirmó el ingeniero Gala.
Con más de 15 años de experiencia como docente del IIMP, Gala resaltó que los jóvenes ingenieros peruanos tienen una sólida base técnica, pero deben reforzar conocimientos económicos, legales y sociales. El valor de un yacimiento depende del entorno donde se desarrolla y de cómo se gestiona.
“Nuestro gran reto como sector es lograr que la sociedad entienda que la minería moderna es parte del desarrollo sostenible. Los jóvenes ingenieros tienen la misión de construir ese nuevo vínculo con la ciudadanía”, dijo.