La demanda total de oro (incluida la inversión OTC u over-the-counter) aumentó un 1% interanual en el cuarto trimestre para alcanzar un nuevo máximo trimestral y contribuir a un total anual récord de 4.974 toneladas, reportó el Consejo Mundial del Oro.
Los bancos centrales continuaron absorbiendo oro a un ritmo vertiginoso: las compras superaron las 1.000 toneladas por tercer año consecutivo, acelerándose bruscamente en el cuarto trimestre hasta las 333 toneladas.
La inversión anual alcanzó un máximo de cuatro años de 1.180t (+25%). Los ETF de oro tuvieron un impacto considerable: 2024 marcó el primer año desde 2020 en el que las tenencias se mantuvieron esencialmente sin cambios, en contraste con las fuertes salidas de capital de los tres años anteriores.
La demanda de lingotes y monedas para todo el año estuvo en línea con la de 2023, con 1.186 toneladas. La composición cambió a medida que creció la inversión en barras y se redujo la compra de monedas.
La demanda anual de tecnología también se sumó al total mundial: creció 21 toneladas (+7%) en 2024, impulsada en gran medida por el crecimiento continuo en la adopción de IA.
Las joyas de oro fueron claramente el caso atípico: el consumo anual cayó un 11% a 1.877 toneladas, ya que los consumidores sólo podían permitirse comprar en cantidades menores. No obstante, el gasto en joyería de oro aumentó un 9% a US$ 144.000 millones.
El precio promedio del cuarto trimestre de US$ 2.663/oz también fue un récord y arrojó un precio promedio anual de US$ 2.386/oz (+23%).
La demanda en términos de valor alcanzó niveles nunca antes vistos. La combinación de precios y volúmenes récord del oro produjo un valor de US$ 111.000 millones en el cuarto trimestre.
Para 2025, proyecta el Consejo Mundial del Oro, es probable que los bancos centrales y los inversores en ETF impulsen la demanda, ya que la incertidumbre económica respalda el papel del oro como cobertura de riesgos, pero, por otro lado, mantiene la presión sobre la joyería.