El precio del cobre cerró hoy viernes 6 de diciembre en US$ 4.1 por libra, registrando un incremento del 1,8% respecto al viernes pasado y alcanzando su nivel más alto desde el 15 de noviembre. La fluctuación del precio del cobre durante la semana estuvo influenciada por factores opuestos: la persistente fortaleza del dólar y la débil actividad manufacturera en la Eurozona pesaron sobre los precios, mientras que la recuperación manufacturera en China y el aumento en la producción de cátodos ofrecieron un soporte, explicó Cochilco en su habitual análisis de fin de semana sobre el metal rojo. La incertidumbre macroeconómica y las tensiones comerciales siguieron marcando el sentimiento del mercado
“El dólar mantuvo un sesgo alcista durante la semana, aunque cerró ligeramente por debajo del nivel de la semana anterior”, afirma la entidad chilena. “Esto se debió, en parte, a las declaraciones de funcionarios de la Reserva Federal, que moderaron las expectativas de recortes drásticos en las tasas de interés durante diciembre”.
La actividad manufacturera en China y la Eurozona también tuvieron incidencia en el desempeño del cobre esta semana. En China, la manufactura creció moderadamente por segundo mes consecutivo, impulsada por estímulos económicos y un aumento en las exportaciones, lo que fortaleció las expectativas de demanda de cobre. En contraste, la Eurozona registró una contracción significativa en su PMI manufacturero (45,2 en noviembre), reflejando una débil demanda y afectando negativamente las expectativas.
En tanto, la producción de cátodos de cobre en noviembre en las fundiciones de China aumentó un 4,6% interanual, superando las proyecciones. “Este crecimiento estuvo impulsado por la reactivación de fundiciones tras mantenimientos y la entrada en operación de nueva capacidad”, dijo Cochilco. La limitada oferta de chatarra y el uso intensivo de ánodos aumentaron la demanda de concentrados.
El apetito por el riesgo de los inversores mantuvo una postura cautelosa debido a las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, así como la incertidumbre sobre sus políticas económicas. Esto redujo el interés por activos de riesgo, limitando el impulso alcista en los precios del cobre.