En países de la región, como Chile, los ruidos subacuáticos han sido recientemente incluidos dentro de los parámetros que deben ser monitoreados para la gestión de la biodiversidad en empresas. De acuerdo con Omar Bazán, coordinador técnico de SGS Perú, se ha identificado que los ruidos subacuáticos pueden afectar el comportamiento de la fauna de una determinada zona.
“Por ello, se recomienda que las empresas lo incorporen como un parámetro más a monitorear y analizar, junto a los de agua, suelo, aire, ruido ambiental, entre otros. Estos controles se utilizan para identificar las causas de una posible variación en el estado de la flora y la fauna en zonas aledañas a una operación empresarial”, comentó.
Bazán añadió que los monitoreos de ruido subacuáticos no son obligatorios en el Perú, pero pueden ser de utilidad especialmente a mineras, puertos o empresas que operan cerca de zonas de reserva cercanas al mar, ríos o lagos.
“Ante una variación en el estado de la fauna, los monitoreos de ruidos subacuáticos pueden brindar una explicación que no ha sido identificada en el análisis de otros parámetros ambientales”, dijo.
El experto recalcó que las empresas tienen que realizar un diligente seguimiento de la biodiversidad en sus zonas de influencia. Las multas por afectar la biodiversidad, dependiendo de la gravedad de la falta, van desde las 5 UIT hasta las 30,000 UIT (es decir, desde los S/ 25,750 hasta S/154,5 millones).
Bazán indicó que algunos de los ruidos más recurrentes en un entorno subacuático (mares, ríos y lagos, etc.) son anclajes de puertos, instalación de pilotes, trabajos de mantenimiento, trabajos de dragado, entre otros.
Por último, Bazán resaltó la importancia de contar con un equipo de profesionales altamente capacitado, equipamiento adecuado y procesos debidamente acreditados para garantizar una ejecución adecuada. “Los monitoreos son el punto de partida de una gestión eficaz de la biodiversidad y deben realizarse siguiendo los más altos estándares”, finalizó.