El presidente de Southern Perú, Oscar González Rocha, informó a RCR que tiene previsto que el Michiquillay, de US$2,500 millones, entre en operación a partir del año 2029, es decir tres años antes de lo que hasta ahora tenía previsto.
La entrada en producción de Tía María, cuyos trabajos se han reanudado recientemente, y Michiquillay sumarían 345,000 toneladas métricas finas al año, y permitiría a Southern Perú casi duplicar su actual producción. Para 2024, Southern espera completar su programa de perforación diamantina, el modelamiento geológico y la evaluación de recursos en Michiquillay. Con Cuajone y Toquepala, la minera produjo 374,149 toneladas métricas finas al cierre de 2023.
Michiquillay, proyecto greenfield, ubicado en el distrito de La Encañada, en la provincia de Cajamarca, en la región del mismo nombre, fue adjudicado a Southern Perú en proceso de licitación realizado por ProInversión, en junio del 2018. De concretarse, Michiquillay se convertirá en una de las minas de cobre más grandes del Perú y creará significativas oportunidades de negocio en la región de Cajamarca.
En enero de este año, el viceministro de Minas, Henry Luna, señaló que un proyecto relevante que podría adelantar su puesta en marcha es Michiquillay.
“Hemos conversado con el presidente de Southern Perú [Óscar Gonzáles] con la finalidad de que los tiempos se puedan acortar para ponerlo en marcha lo antes posible”, confesó Luna al diario Gestión en ese entonces. “Michiquillay ya está super explorado, lo que están haciendo ellos [la empresa] es confirmar las reservas, y esperamos que se pueda anunciar muy pronto la reducción de plazos, para poder ponerlo en marcha”.