El cobre subió hacia los US$ 10,000 la tonelada, alcanzando un nuevo máximo de dos años en su camino, mientras los inversores siguen apostando a que las mineras tendrán dificultades para atender un aumento en la demanda del metal industrial líder.
Los metales básicos, según un despacho de la agencia Bloomberg, han registrado amplias ganancias en las últimas semanas y el cobre abrió hoy lunes con un nuevo avance a US$ 9,988 la tonelada.
Las señales de mejora en la actividad manufacturera desde Estados Unidos hasta China han impulsado a los metales, aunque los riesgos geopolíticos y la renovada incertidumbre sobre la política monetaria son riesgos claros.
El repunte del cobre fue impulsado inicialmente por una serie de interrupciones en las principales minas que han dejado a las fundiciones luchando por encontrar suministros alternativos.
La demanda en China ha estado en un mínimo estacional, pero hay crecientes esperanzas de que un repunte tentativo de la actividad manufacturera mundial ayude a apuntalar la demanda.
“El camino a seguir a partir de aquí dependerá de los datos y estará liderado por los fundamentos individuales de los metales”, escribieron analistas de Citigroup Inc. en una nota enviada por correo electrónico a Bloomberg.
Las perspectivas del cobre parecen alcistas en los próximos tres meses ante la perspectiva de un mercado más ajustado y una cobertura corta, dijeron, mientras que otros metales tienen fundamentos físicos más débiles.
El repunte se ha producido incluso cuando los inversores se enfrentan a un aparente cambio en el camino de la Reserva Federal hacia los recortes de las tasas de interés, y el presidente Jerome Powell señaló la semana pasada que al banco le tomará “más de lo esperado” asegurarse de que la inflación esté bajo control.