Es un consenso que el gas natural es un combustible esencial para la transición, no solamente por su menor grado de emisiones sino también por su abundancia en la región. Así fue planteado por ejecutivos de grandes empresas integradas, reunidas en un panel con representantes de YPF, Shell Colombia y TotalEnergies.
Argentina tiene un enorme potencial a partir de las reservas, los proyectos y las capacidades construidas en sus yacimientos de Vaca Muerta, desde donde se tiene el objetivo de exportar 30.000 millones de dólares en 2030, según Horacio Marín, Presidente y CEO de YPF, quien enfatizó que el enfoque es producir gas natural para la exportación, tanto vía GNL, así como por gasoductos.
En su exposición, Ana María Duque, presidenta de Shell en Colombia, Centro América y el Caribe Hispano, aseguró que el papel del gas natural “está acá para crecer y para quedarse”, y que, “en los próximos 10 años se va fortalecer tanto en el portafolio de la empresa como en todos los escenarios”.
El gas natural representa el 47% de las ventas de TotalEnergies y el mismo es central en la estrategia de la compañía. Así lo hizo saber Javier Rielo, vicepresidente sénior de TotalEnergies Americas. Enfatizó que la situación en Ucrania hizo ver que el GNL es ventajoso para ser transportado y atender los mercados de manera rápida.
En ese marco, las empresas nacionales de petróleo y gas de la región están llamadas a actuar con las potencialidades que tienen sus países, relacionadas con los recursos y también con las condiciones que ofrecen.
Alejandro Stipanicic, presidente de ANCAP, manifestó que Uruguay tiene ventajas competitivas para ser atractivo a la inversión, con leyes maduras, “con estabilidad social, económica y política”.
Julio Friedmann, gerente general de ENAP, dijo que Chile tiene potencialidades en el desarrollo de energías renovables, y que para ello la empresa está buscando sinergias con el sector privado.
Surinam, representada por Annand Jagesar, director general de Staatsolie, dijo que el país está experimentando el desarrollo de su sector de hidrocarburos, ordenando la legislación, creando un fondo de estabilización y aprendiendo de las buenas prácticas de los países vecinos como Brasil y Guyana.