“No solo la industria minera tiene que ser sostenible, también el gobierno central y los gobiernos regionales y locales. Todos tenemos que enfocarnos en la sostenibilidad, pero integrando en una misma visión el aspecto social, económico y ambiental”, aseguró el presidente del directorio de Compañía de Minas Buenaventura, Roque Benavides, quien también indicó que en la minería la estrategia de sostenibilidad debe integrarse a la estrategia del negocio.
En ese sentido, recordó que en los últimos años las empresas mineras peruanas han experimentado un avance significativo en la aplicación de los criterios ESG (Ambiental, social y gobernanza por sus siglas en inglés), y que gracias a sus buenas prácticas el sector es un actor estratégico en el desarrollo sostenible del país y de las regiones donde opera.
“Perú tiene una de las mayores tasas de ejecución en medidas de ESG frente a los países latinoamericanos. Las acciones en el país se centran principalmente en el trabajo digno, en el bienestar y salud de las personas, en lograr condiciones laborales adecuadas, en promover la inclusión, la diversidad, el cuidado del medio ambiente y la adaptación al cambio climático”, aseveró en el Networking: “Medio ambiente, sostenibilidad y gobernanza en la minería peruana”, organizado por la Cámara de Comercio Canadá-Perú.
Inversiones sostenibles
Asimismo, dijo que los “los criterios ESG inciden en un 87% en la decisión de los inversionistas internacionales”, quienes constantemente exigen cumplir con dichos criterios para seguir invirtiendo.
“En Buenaventura tenemos muchos fondos de inversión que nos exigen cumplir con estas normas, porque de lo contrario no invertirían en Buenaventura. Y si no invierten en la empresa el precio de las acciones se cae. La verdad es que tenemos un termómetro que nos mide la temperatura todos los días. Por lo tanto nuestro negocio tiene que ser eficiente y eso nos permite seguir desarrollando proyectos y contribuir con el país”, precisó.
De igual manera, refirió que las empresas tienen la obligación de invertir de forma eficiente y responsable, generando valor tanto en lo económico como en salud y seguridad. Pero también en lo social y ambiental, y con una visión de sostenibilidad con responsabilidad social compartida.
Al respecto, agregó que el Estado no se puede poner de perfil, y tampoco puede ser ineficiente. “Tiene que definir reglas claras para acelerar los procesos. Y la permisomanía tiene que ser erradicada porque eso traba las inversiones y el desarrollo del país”, manifestó.