En medio de una emergencia climática, la transición energética se convierte en un proceso fundamental para transformar los sistemas energéticos basados en combustibles fósiles por alternativas sostenibles. La minería, por su parte, desempeña un rol clave en este cambio al ser proveedora de materiales esenciales, como el cobre y el litio, para tecnologías verdes, aunque representa el 8% de las emisiones globales de CO2.
“Es importante mencionar que la transición energética se refiere a la manera en que producimos energía, pero también la forma en que la utilizamos. Por lo tanto, las fuentes de energía son tan importantes como el incremento de la eficiencia energética”, explica Sergio Ferrari, director de minería, metales y minerales para Sudamérica en Schneider Electric.
La minería, especialmente en países sudamericanos como Perú, se está convirtiendo en una industria demandante de energía, consumiendo entre un 25 y 35% del total nacional. Por lo tanto, mejorar la eficiencia energética y cambiar a fuentes menos contaminantes son imperativos para este sector, refiere el ejecutivo de Schneider Electric.
Estrategias como la transformación digital, el uso de IoT (Internet de las Cosas), y la implementación de inteligencia artificial y machine learning para optimizar procesos se consideran herramientas clave para alcanzar estos objetivos.
Empresas como Schneider Electric se encuentran a la vanguardia en brindar soluciones digitales para facilitar la actividad eficiente del consumo energético en la industria minera. Estos incluyen tecnologías avanzadas para optimizar la gestión del agua y la electricidad, mejorar los procesos de producción y aumentar la disponibilidad de los activos mineros.
Encontrar soluciones de almacenamiento de energía más eficientes y sostenibles sigue siendo una prioridad. Además, este cambio no se trata sólo de satisfacer las demandas ambientales, sino también de obtener una licencia social que permita a la industria minera operar bajo el prisma de la sostenibilidad y la flexibilidad ante la volatilidad de los mercados.
Frente a ello, la entidad enfatiza que la electrificación y la digitalización son claves para el proceso de descarbonización y un paso crucial para mitigar el aumento de las temperaturas globales y sus consecuencias.
Schneider Electric destaca que la estrategia ambiental y la resiliencia energética se han posicionado como temas centrales en los escenarios político y corporativo ante la creciente presión de la volatilidad de los precios de la energía, las tensiones geopolíticas y los llamados a soluciones sostenibles.
Teniendo en cuenta que el 80% de las emisiones de carbono provienen del sector energético, esta tendencia resalta la urgencia de realizar una transición a fuentes menos contaminantes. En este contexto, Ferrari enfatiza la importancia de la eficiencia energética y la generación de energía renovable como herramientas inmediatas para disminuir la huella de carbono.
“El potencial de la inteligencia artificial está captando actualmente la atención de todos. Pero no olvidemos que las tecnologías existentes, tanto la generación de energía renovable como las herramientas digitales y de electrificación que reducen la demanda de energía al hacer que los sitios y las operaciones sean mucho más eficientes desde el punto de vista energético, pueden reducir drásticamente las emisiones ahora”, comenta Sergio Ferrari.
La implementación de medidas para mejorar la eficiencia energética se considera no solo una forma de reducir las emisiones, sino también como una significativa oportunidad económica.
Un informe reciente del Foro Económico Mundial encontró que la optimización del consumo energético podría generar ahorros económicos de hasta 2 billones de dólares para 2030 y evitar la construcción de aproximadamente 3.000 nuevas centrales eléctricas.
El representante de Schneider Electric señala la relevancia de que las empresas extiendan sus esfuerzos de descarbonización más allá de sus límites operacionales, incluyendo a toda su cadena de valor en el proceso.