En el marco del Segundo Congreso de Economía Circular, el consultor en temas estratégicos y
de sostenibilidad, Miguel Inchaustegui Zevallos, refirió que las empresas mineras deben trabajar en estrategias de valor compartido con el entorno social, a fin de que lograr desarrollo entre todos los actores sociales, y así promover un ambiente de sostenibilidad y de economía circular.
De igual manera, señaló que la economía circular debe ser visto “como un camino y vehículo para lograr la sostenibilidad y el desarrollo del país. La economía circular debe ser entendida como una estrategia de negocio”.
En su experiencia en el Ministerio de Energía y Minas y el sector público, Inchaustegui Zevallos señaló sobre la promoción de tener espacios de acuerdos conjunto. Mencionó que, en el año 2018, se creó un centro de convergencia y buenas prácticas minero-energéticas denominado ‘Rimay’, que es una mesa de dialogo, que busca conciliar los sectores de minería y agricultura, y apunta a una mejor minería hacia el año 2030.
En este espacio, detalló, se cuenta con la participación de empresas mineras y grupos ambientalistas. Asimismo también con presencia de entidades financieras como el Banco Interamericano de Desarrollo, entidad que tomó como experiencias anteriores las mesas de diálogo hechas en Chile y Colombia.
En ‘Rimay’ se desarrollaron siete acciones y espacios realizados en regiones como Moquegua y Cajamarca. En la primera región -que ya concluyeron los diálogos-, se contó con varios actores en Moquegua , así como ONGs y el gobierno regional. En Cajamarca las acciones se esperan concluir en 2024, con la expectativa de que continúen otras iniciativas de gobernanza a nivel nacional. “Se busca generar consenso, a transformar para que minería sea apreciada por la población. No hay mejor forma iniciativa sino que con el dialogo y reflexión entre los actores”.
Desafíos
Inchaustegui agregó que actualmente la minería peruana atraviesa por una crisis de confianza y esta se va agravando porque el sector minero no logra crear puentes para transformar los recursos extraído en desarrollo social sostenible.
Apunto que otro asunto sensible en riesgo es el caso de la minería ilegal, la sostenibilidad ambiental el uso del agua y la lentitud en los permisos ambientales, lo que resta competitividad en el sector.