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Del total de emisiones en Perú, el 3% proviene de la minería, y el 66%, de la agricultura y otros usos de la tierra: Vinio Floris

El 28% las generó el sector energía, dijo el especialista.

Vinio Floris, profesor y director del Centro de Gestión del Agua y Cambio Climático de Gerens, remarcó que las emisiones globales de CO2 aumentaron en un promedio anual de 0.9% en la década 2010-2019.  “Solo en Perú, las emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a junio del 2021 alcanzaron 205,294 giga gramos, de las cuales el 66% provino de los sectores agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra, el 28% provino del sector energía y el 3% del sector minería y metales”, refirió en la II Cantera de Talentos para la Minería, programa organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.

Floris dijo que las crecientes emisiones de CO2 producirán en todo el mundo calentamiento rápido e intenso, aumento sustancial de sequías e inundaciones, daños severos a la salud y seguridad de las personas, consecuencias irreversibles y duraderas del medioambiente, crecimiento de la pobreza y conflictos sociales permanentes y retroceso del desarrollo humano.

“Como consecuencia principal del ascenso de las emisiones fósiles de CO2, se prevé que el incremento de la temperatura del planeta deba limitarse necesariamente a 1.5°C en 2030 o 2.0°C en 2050, respecto a los niveles de temperaturas preindustriales, lo que incidirá en la mayor ocurrencia de peligros graves para una proporción mucho mayor de la población total”, indicó.

Frente al problema del cambio climático, argumentó que existen diversas soluciones tecnológicas que, sumadas a las tecnologías aún en desarrollo, son capaces de disminuir el 40% de emisiones de CO2 en el 2050, como lo son los vehículos eléctricos, la agricultura y la ganadería sostenibles, las redes eléctricas digitales, el uso del hidrógeno y la captura de carbono.

“Para restringir el calentamiento global a una temperatura máxima de 1.5°C, se estima que las soluciones de electrificación vehicular debiesen reducir al año 5 gigatoneladas de CO2; las de agropecuaria sostenible, 10 gigatoneladas; las de redes eléctricas digitales, 5 gigatoneladas; las de hidrógeno, 2.5 gigatoneladas; y las de captura de carbono, 3 gigatoneladas”, contextualizó.

Vinio Floris señaló que la industria minera será la más importante proveedora de materias primas para la elaboración de tecnologías limpias con miras a alcanzar las cero emisiones netas al 2050, las cuales harán que la demanda del principal mineral crítico para la transición energética mundial, el cobre, avance de 27 millones a 45 millones de toneladas.  

“Respecto al cobre, actualmente se necesitan 50 kilogramos de este mineral para la fabricación de un auto eléctrico, 8,000 kilogramos para la generación de 1 MW de energía eólica marina, 3,800 kilogramos para 1 MW de energía eólica terrestre, 3,700 kilogramos para 1 MW de energía fotovoltaica y 2,600 kilogramos para 1 MW de energía nuclear, entre otros casos”, ejemplificó.

De acuerdo con el especialista, el salto cuantitativo del consumo de cobre proyectado requerirá de la ampliación o construcción de operaciones mineras con capacidad de entregar la misma producción anual de Minera Escondida (1 millón de toneladas métricas), de BHP en Chile, o tres veces la producción de Quellaveco, de Anglo American en Perú (330 mil toneladas métricas).

“Los minerales son el camino a la descarbonización y la transición energética, como lo es hoy el cobre para la electrificación y el transporte, y el litio y el cobalto para las baterías, por lo que requerimos una industria minera con una producción extremadamente acelerada y que a su vez sea capaz de gestionar su huella ambiental y social”, subrayó el profesor y director de Gerens.