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La Zanja aplicó microorganismos nativos para producir diez nuevos tipos de coberturas para cierre de mina

Minera La Zanja empezó el cierre progresivo de ciertos componentes de la mina en 2014, pero pronto notó que no tenía los insumos necesarios para la ejecución de las coberturas de cierre, como por ejemplo la arcilla. Este hecho le motivó a realizar investigaciones sobre cómo ejecutar el cierre de minas con diversas coberturas con materiales de mayor utilidad que la arcilla, debido a que este último era escaso y representaba un alto costo para la empresa.

“En 2016 iniciamos un proyecto de investigación y producción de suelos mejorados con insumos como residuos orgánicos o biomasa, y luego comenzamos la prueba piloto en un depósito de materia estéril; sin embargo, estas coberturas seguían representando un alto costo”, dijo Gabriela Palomino, jefe de Proyectos Ambientales en Buenaventura, durante el Encuentro Minero organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.

Por ello, La Zanja decidió buscar mejores alternativas para la elaboración de coberturas de cierre, lo que la impulsó a suscribir un convenio con IncaBiotec para desarrollar nuevas coberturas, pero esta vez con la incorporación de un nuevo insumo: los microorganismos nativos, con el objetivo de reducir costos y tiempos de producción de suelos, mejorar la eficiencia de cobertura y asegurar la calidad de agua dentro de los ECA.

“Dicho proyecto inició la fase de laboratorio en 2021, la cual consistió en el muestreo, análisis metagenómico y aislamiento de microorganismos, la selección de microorganismos capaces de fijar el nitrógeno y solubilizar el fósforo y potasio, la evaluación de los consorcios microbianos con base en pruebas de compatibilidad y bioensayos de germinación, y finalmente las pruebas de masificación”, dijo Benoit Diringer, gerente general de IncaBiotec, en el mismo evento.

Posteriormente, continuó la fase de prueba piloto en 2022 y 2023, que comprendió la masificación de microorganismos, la construcción de camas de bioensayo, la producción de diez tipos de suelos, la disposición de suelos y aplicación de microorganismos y el consecuente monitoreo de la metagenómica, calidad de agua y volumen de infiltración.

Al cabo de seis meses, se observó en cada uno de los 10 lotes de suelo distintos volúmenes de vegetación, destacando los lotes 2 y 3 con la mayor presencia de pastos.

“Basándonos en los ECA categoría 3, luego del monitoreo evidenciamos que todos los lotes presentaron bajo nivel de PH, todos los lotes registraron menores niveles de infiltración y escorrentía de metales como el cobre, hierro y arsénico, y niveles de infiltración y escorrentía de sulfatos mayores en algunos lotes y menores en otros”, añadió Gabriela Palomino.

Por su parte, Benoit Dringer añadió que “se observa una tendencia en reducción de sulfatos y metales en los lotes que fueron inoculados con microorganismos nativos seleccionados, y que se deberá continuar con los monitoreos para confirmar esta hipótesis”.

Respecto al costo de las nuevas coberturas, ambos expertos afirmaron que el costo de producción y disposición de las coberturas de cierre con la aplicación de microorganismos se redujo hasta en 70% en comparación con el costo inicial. 

Por último, se supo que la fase de escalamiento iniciará con la aplicación del lote de mayor eficiencia en un componente minero para medir su balance hídrico.