“El portafolio de proyectos bordea la cifra de más de US$ 50,000 millones, el problema es por qué no se ejecutan esos proyectos. Yo diría hay dos variables importantes: los permisos ambientales son demasiado extensos en tiempo y, lo segundo, son los acuerdos para acceso a las tierras. Tenemos que, conjuntamente con el Estado, tratar de resolver esos temas”, indicó Víctor Gobitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE) en entrevista para el programa Gestión a la N.
El también expresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) señaló que los permisos ambientales actualmente pueden demorar hasta 5 años, ya que si bien los estudios ambientales son entregados al Senace pasan a ser revisados por más de 5 agencias gubernamentales. Y este proceso se da tanto para un nuevo proyecto minero como para un proyecto de ampliación de una mina en operación, que posee la misma huella ambiental.
“El Ministerio de Economía tiene una agencia que trata de articular estas 5 – 6 diferentes visiones del Estado, pero en el largo plazo la solución pasa por integrar a todos en una gran oficina y reportar a la PCM, porque se requiere una visión holística del tema. Si se tiene una visión parcial vamos a tener estas demoras que son las que atrasan el desarrollo de inversiones mineras, pero también otras inversiones de infraestructura sean públicas o privadas”, apuntó Gobitz.
Por otro lado, se refirió a la postergación por tercera vez consecutiva del proyecto Yanacocha Sulfuros, debido a una decisión de la empresa Newmont, que optó por priorizar sus inversiones en Australia con la adquisición de la empresa minera Newcrest.
“La primera reflexión es esa. Cuando hablamos de competitividad minera estamos hablando de que es importante que el Perú se mida en relación a sus permisos ambientales y acceso a tierras, con otras jurisdicciones, porque si seguimos teniendo estas dificultades lo que va a pasar es que el inversionista que actúa de manera global, como es el caso de Newmont, decide privilegiar la inversión en Australia y no en Perú”, indicó.
Añadió también que, de cierta forma, Yanacocha como activo tuvo una secuencia óptima de desarrollo de proyectos en el Perú, donde ganó sinergias, pero se han ido perdiendo por falta de acuerdos y conflictos sociales. Antes de Yanacocha Sulfuros, la empresa minera se vio obligada a suspender el proyecto de extensión Quilish y el proyecto Conga, que contemplaba una inversión de USD 4800 millones.
En ese sentido, el presidente de la SNMPE consideró necesario que junto al Estado se logre discutir con seriedad el desarrollo de la industria minera en el Perú, entendiendo que esta genera corredores económicos que deben abordarse desde una mirada de desarrollo territorial, como concepto detrás de la inversión minera. De ese modo, se dejaría de lado la mirada rentista a corto plazo que no permite el desarrollo.
“Esa es una mirada de corto plazo que no desarrolla finalmente el territorio e impide mirar el proyecto de un ángulo distinto, (como) del desarrollo del territorio; de la integración de espacios remotos del Perú, altoandinos por lo general, con zonas de mayor densidad demográfica con mayor acceso a mercados. Eso es lo que necesitamos ese mensaje compartirlo con el Estado y transmitirlo”, enfatizó.