Oscar González Rocha, presidente ejecutivo de Southern Peru Copper, en una entrevista concedida al Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), recordó que el proyecto Tía María, de US$1.400 millones de inversión, tiene un retraso de aproximadamente 15 años, y el país ha perdido “los recursos que hubiese generado durante ese período”.
En la actualidad, dijo, el valle de Tambo dispondría ya de agua regulada, superando los inconvenientes que ocasionan las épocas de estiaje y podría haber emprendido un programa de agroexportación que satisfaga la demanda local y permita el desarrollo de la agro-ganadería. “Tía María será el gran impulsor de la provincia de Islay, porque se consolidarán varios motores de desarrollo, la agricultura, la ganadería, la pesca, el nodo-energético, la minería, la metalmecánica, entre otros, así como los servicios en beneficio de la población. Empero, el tiempo transcurrido sirve de experiencia y hay que mirar hacia el futuro siempre con optimismo”, resaltó.
En el proyecto Tía María, por las características de sus depósitos, La Tapada y Tía María, se empleará el sistema de extracción por solventes del mineral para lograr el desprendimiento del cobre de la roca y recuperarlo mediante el sistema de electrodepositación para transformarlo finalmente en cátodos de cobre de 99.999% de pureza.
“Este sistema hidrometalúrgico no genera relaves ni humos al ambiente, lo empleamos en las denominadas pilas de mineral en Cuajone y Toquepala sin ningún efecto adverso para el ambiente o los trabajadores que están directamente en contacto con dichas operaciones. No habrá afectación ni a la agricultura, ni a las personas”, dijo.
Refirió que la empresa espera invertir este año alrededor de US$350 millones en el país. “Durante el primer cuatrimestre del año, hemos producido aproximadamente 110 mil toneladas métricas de cobre fino, estamos en línea con nuestros estimados para el presente año”, añadió.