Como parte de su presentación en la conferencia titulada “Evolución de Temas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG) en la Minería, en el marco de Rumbo a PERUMIN, Karina Zevallos, presidenta de WIM Perú, sostuvo que hace cinco años tales criterios eran tema de discusión solo para aquellas empresas que ya tenían una normativa corporativa. Sin embargo, en los últimos años, se ha evidenciado una mayor inclusión dentro del sector.
“Respecto a temas de diversidad e inclusión, podemos hablar de una tendencia positiva y se ve en actos concretos. Este año, WIM Perú va a cumplir 7 años y cuando partió, eran solo diez mujeres. Su esfuerzo, de la mano de proyectos que se han ido trabajando, han comenzado a romper esa inercia”, indicó.
Han logrado posicionarse como un referente para la industria por el volumen de actividades que promueven, lo cual no solo es importante por la institución, sino por la credibilidad que les otorga los trabajos que se vienen afianzando de la mano de las empresas mineras.
“Hoy por hoy, somos dos mil asociadas que impulsamos esta iniciativa de manera conjunta con más de 40 aliados estratégicos, entre empresas titulares, mineras y proveedores”, destacó.
Ante ello, afirmó que existe una tendencia creciente de las empresas que desean generar ambientes inclusivos, no solo por cumplir una normativa legal, sino para que la organización se haga cada vez más atractiva.
Asimismo, resaltó que parte del compromiso de WIM es acompañar a las empresas que se postulan como aliadas y que quieren hacer un cambio al interior, con el objetivo de lograr hacer de la minería una industria más equitativa.
“En la minería no podemos hablar solo del titular, sino del ecosistema en su conjunto, lo cual incluye a los proveedores mineros. Recientemente, un estudio que realizamos arrojó que el porcentaje de mujeres en empresas proveedoras es del 3 %. Ahí es donde debe estar el compromiso de las empresas contratistas y no solamente las principales, sino todas, sumarse a este ecosistema que fomenta la participación de las mujeres desde su juventud”, enfatizó.
En ese sentido, ratificó que el sector tiene aún muchas tareas por hacer, entre ellas, invitar a que más empresas se sumen a estas iniciativas y que se vea muchísima más actividad en los diferentes programas. Del mismo modo, garantizó que la mejor forma de afianzar la cadena de valor es con recursos.
“Así como la seguridad en la minería no es negociable y siempre hay presupuesto y recursos para ello, en el caso de diversidad debe ser igual. Debemos tener un marco mandatorio dentro del Gobierno que nos permita una mayor equidad, como en el caso de Chile y Australia que cuentan con normativas vigentes”, recalcó.
En la actualidad, WIM viene trabajando con entes que están cada vez más comprometidos.
“Desde la academia, trabajamos con instituciones técnicas y universidades. Además, trabajamos con instituciones propias del sector, como el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), la cual nos ha dado una plataforma dentro de PERUMIN y con la que poco a poco hemos ido avanzando desde nuestra creación. Empezamos con un stand y hoy por hoy podemos contar con un tema central en la Cumbre. SNMPE también ha sido nuestro aliado desde el inicio, brindándonos apoyo con la habilitación de una sala, soporte del área de eventos y difusión de buenas prácticas a través de redes”.
Además, explicó que hay dos etapas de la convicción para hacer algo cuando demanda recursos, los líderes que marcan la pauta y están firmemente convencidos de que algo se debe hacer y un grupo que hace lo que los demás empezaron porque está de moda o les es conveniente. Por tal razón, considera oportuno tomar este sistema y trabajar muy de cerca con los que están convencidos de que es lo correcto para seguir sumando a aquellos que tienen que darse cuenta de que esto es lo que se tiene que hacer.