Darío Zegarra, gerente país de Newmont Perú, observó con preocupación el hecho de que se haya extendido la falsa narrativa de que la minería es rival de la agricultura, el agua y la vida, dejando poco espacio a la difusión de información verídica y documentada sobre sus aportes y beneficios para con las comunidades y el país.
En el webinar “Ruta al CONAMIN 2023”, organizado por la Asociación Civil Agrominera del Perú, citó los resultados del Informe sobre Desarrollo Humano, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas (PNUD), para afirmar que gran parte de los territorios con presencia de la actividad minera experimentaron en la mejora del Índice de Desarrollo Humano (IDH).
“Tras comparar los reportes del 2007 y 2017, encontramos que, de los 115 distritos mineros, muchos de ellos se han desplazado hacia el lado positivo del crecimiento del IDH. Y como estas zonas no están en conflicto, no han sido muy visibles para las noticias. Debemos enfocar nuestro aprendizaje en experiencias que sí funcionan para replicarlas y escalarlas”, subrayó.
Para el vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), “es una tarea pendiente” que la empresa minera deba asumir un mayor involucramiento con la agenda social, lo que significa “no solo convertir minerales en recursos financieros”, con lo que ha venido cumpliendo, “sino transformar los recursos fiscales en desarrollo humano”, que es el mayor desafío.
A su entender, “no es un problema de falta de recursos”, pues los hay y de sobra, mas el principal escollo se encuentra en la ejecución del dinero, que no ha sido ni oportuna ni eficaz ni transparente, lo suficientemente bien hecho al punto de que “nos haga sentir a todos orgullosos de que estamos gestionando nuestras oportunidades y venciendo nuestros desafíos”.
Mecanismos de gestión pública-privada
En opinión del también presidente de ALAC Yanacocha, se requiere una “mirada público-privada” para revertir esta situación, la cual debe apuntar no solo a mejorar la calidad de la ejecución de los recursos económicos, sino que también apunte al fortalecimiento de las capacidades de los gestores públicos y a la optimización del sistema nacional de control.
“La obras que se van deteniendo son cada vez más numerosas, por lo tanto, necesitamos una mejor ejecución del gasto y a ello pueden contribuir los mecanismos de asociación público-privada, obras por impuestos, gobierno a gobierno, PMOs y proyectos especiales. Tenemos que llevarlo a la práctica en los territorios para aspirar hacia su sostenibilidad”, ejemplificó.
Por último, Darío Zegarra destacó que alrededor de la minería se potencian actividades como la agricultura, ganadería y turismo, a partir de la colaboración entre el sector y las comunidades vecinas, demostrando así que la minería no es incompatible con estos rubros productivos, sino que puede ser un catalizador para impulsar la diversificación económica del territorio.
“CONAMIN es un espacio para presentar la tecnología e investigación que hacen competitiva a nuestra industria, pero también es una excelente oportunidad para resaltar esas sinergias entre distintos sectores con el nuestro, y que en la minería pueden encontrar un socio natural para generar beneficio para tantas personas. En la colaboración está el potencial”, afirmó.