Aunque la situación política y social ha mejorado, con cada vez menos puntos de bloqueo en las vías nacionales según la Defensoría del Pueblo, las tensiones sociales persisten tras las intensas protestas contra el gobierno de Dina Boluarte, y diversas operaciones mineras del sector, clave para la economía peruana, aún se ven impactadas por las interrupciones en el corredor del sur, donde la mayoría operan.
“Aunque el detonando ha sido el fallido golpe de Estado del 7 de diciembre, esto viene de mucho más atrás”, comentó a Bloomberg Línea Víctor Gobitz, empresario y actual presidente de la Sociedad nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE). Gobitz, quien asumió hace unas semanas la representación del gremio minero más importante del país andino, enfatiza que Perú se ha visto envuelto en eventos electorales muy polarizados pese al crecimiento macroeconómico que revelan, desde su punto de vista, a “un país que ha crecido con mucha disparidad”, lo que constituye un gran reto para el país y las empresas del rubro. “Al día de hoy el gobierno está siguiendo un orden constitucional. Esta no es una dictadura. El único que tiene la fuerza del orden es el gobierno. Pero en medio, hay políticas que están tratando de jalar agua para su molino”, resalta el ejecutivo.
“A nivel microeconómico hemos crecido de forma dispar. La primera diferencia entre lo urbano y lo rural, donde hay una distancia marcada, y la segunda está vinculada a las actividades económicas formales e informales. Esa actividad informal de un sector en la minería ha devenido en ilegal. Y sin duda, el problema se ha focalizado al sur del Perú”, comenta el expresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
Pero en un contexto en el que una mayoría de peruanos pide elecciones generales adelantadas, Gobitz considera que sería un error guiarse por las encuestas y agrega que ello “no resolverá ninguno de los problemas reales” que enfrenta el país andino. El empresario reflexiona, por el contrario, que la labor del sector privado debe enfocarse en cómo acortar las brechas y la disparidad a nivel nacional.
“La solución que están planteando [de adelantar las elecciones] es opuesta al resultado esperado. Perú tiene una serie de atributos que no se van a perder, pero si esto no se resuelve, lo que vamos a ver es un decrecimiento de la inversión y eso va a afectar justamente al más vulnerable. Eso es lo que tenemos que evitar; tenemos que abocarnos a resolver el tema central”, puntualizó el empresario.
“¿Por qué nos debemos guiar, por el ordenamiento jurídico del país o por una encuesta? Yo le pediría a todos cabeza fría y analizar si estamos realmente enfocados a resolver el tema central. Si solo se resuelve el accesorio, el problema no está resuelto. Adelantando las elecciones, cambiando al Congreso y al Ejecutivo, ¿la situación va a cambiar? Creo que la mirada reflexiva nos dice que no. Tengo la impresión de que el grueso de nosotros está abocado a resolver un tema que no es el central”, detalló el ejecutivo.
Gobitz, uno de los principales representantes del sector minero, es también CEO de Antamina, una de las minas de cobre más importantes del mundo con socios de prestigio global, como BHP Billiton y Glencore Plc. Durante el gobierno de Pedro Castillo, Antamina tuvo que detener sus operaciones, por lo cual Gobitz no es ajeno a los problemas sociales que hoy afectan a minas como Antapaccay, Constancia y Las Bambas al sur del país.
Aunque algunas unidades mineras han retomado operaciones, como Las Bambas y recientemente Antapaccay, las mismas se encuentran activas a un ritmo muy bajo y funcionan a una fracción de su capacidad.