Víctor Gobitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, afirmó que la minería es un negocio de largo plazo, y el modelo de negocio “debe incorporar la mina y el territorio de intervención, ya que así nos comprometemos con el proyecto y el entorno, y aseguramos nuestra supervivencia como industria”.
En el II Foro Nacional por el Día del Minero, organizado por el Instituto en Ciencias de la Tierra y la Escuela Profesional de Ingeniería de Minas, el también presidente de Antamina indicó que es necesario observar el territorio no solo con fines de construir infraestructura para la mina, sino también analizar las potencialidades para su desarrollo con los fondos que se generarán.
“Cada territorio tiene su potencial y debemos conocerlo a detalle para concretar la propuesta de desarrollo. La población de los alrededores no es pobre monetariamente, pero sí percibe que hay disparidad y su respuesta es cobrar un peaje que, si bien satisface algunas necesidades en el corto plazo, no aporta a la competitividad y sostenibilidad del territorio”, sostuvo.
De esta manera, en el evento realizado en la sede del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, reconoció que, pese a la fortaleza macroeconómica del Perú, este ha venido experimentando un crecimiento desigual, haciéndose más notorio en las zonas donde se realiza actividad minera y caracterizándose por una baja productividad en comparación con los centros urbanos.
“El negocio minero es intensivo en capital y equipos, y por tanto el que trabaja en minería tiene un nivel de productividad alto. Es decir, a mayor productividad, mayores ingresos. Y en un espacio donde hay baja productividad y conectividad, la disparidad es muy marcada entre dos personas de la misma edad y capacidades, más allá de la pobreza monetaria”, analizó.