
Perú, la mayor nación productora de cobre después de Chile, no se ha recuperado del todo. Una de sus más importantes industrias, la minería, detenida por más de dos meses a causa de la pandemia, se recupera progresivamente pero el ritmo es lento, mientras que las urgencias aprietan. En declaraciones a Bloomberg, Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas de Perú, reconoció que a la industria minera peruana le llevará «algún tiempo volver a los niveles del año pasado».
Presionados por los menores márgenes, nuevos costos asociados a la pandemia, menor disponibilidad de personal y la protección del personal y la lentitud burocrática (Chinalco esperan aún un permiso para continuar con su proyecto de ampliación en su mina Toromocho), Gobitz Colchado afirma que «la prioridad no es producir más, es volverse más robusto financieramente».

Gobitz, quien también dirige Antamina, una de las mayores minas de cobre de Perú y el principal productor de zinc, explicó que mientras que la producción en el vecino Chile se ha mantenido bastante estable durante la pandemia, la mayor parte de la industria minera de Perú cerró durante dos meses, privando a las fundiciones chinas de concentrados y elevando los cargos por tratamiento, antes de recuperarse bruscamente en junio y julio. Desde entonces, las ganancias han sido más moderadas y el crecimiento de la producción seguirá siendo más lento.
El Ministerio de Energía y Minas proyectó que a mediados de año la producción minera se habría recuperado a niveles prepandemia; pero hasta el momento esa actividad no retoma los niveles del 2019. Luego de la mayor caída de la producción minera en abril (-47.2%) y mayo (-49.4%), en junio (-13.5%) el retroceso se desaceleró, y en julio registró una menor variación negativa (-6.41%); pero en agosto (-10.22%) y setiembre (-10.9%) la contracción interanual aumentó acumulando una retracción de -17.6%.
Autor: Energiminas (info@prensagrupo.com)