Víctor Gobitz: «La consulta previa se malentiende como una suerte de derecho de veto»

Víctor Gobitz: «La consulta previa se malentiende como una suerte de derecho de veto»

Los desafíos de las industria minera en el mundo y el Perú son los mismos. Pero existe una particularidad que no ha escapado del análisis de Víctor Gobitz, presidente del instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y CEO de Antamina. Para este ejecutivo, hay una suerte de distorsión con respecto al principio 169 de la OIT, sobre los pueblos originarios y la consulta previa. 

“Los pueblos originarios tienen que ser consultados, pero en el Perú se confunde (el concepto), pudiendo ser un poblador originario, en el caso del Perú, a su vez, son ciudadanos, no conozco ningún señor comunero que no tenga DNI, se ha generado una duplicidad y lamentablemente la consulta previa se está malentendiendo como una suerte de derecho de veto y expresamente la consulta previa es muy similar a la participación ciudadana” refirió Gobitz Colchado en su participación en el tradicional Jueves Minero, organizado por el IIMP.

Ahora los proyectos mineros en el mundo, en efecto, deben ser pensados holísticamente: su desarrollo debe ser también el desarrollo de su entorno. La industria minera en general también ha identificado como un trabajo en progreso su integración con el entorno. “Este es un asunto no solo de Perú sino global”, explicó Gobitz. La minería, argumentó, a diferencia de otras como la tecnológica y otras, “es una industria muy visible” y los trámites no solo dependen de las autoridades. “También la ciudadanía tiene influencia sobre los permisos y por tanto la planificación del desarrollo minero debe ser acompañado del desarrollo territorial, y de allí la demanda por la generación de empleo local”. 

Para Víctor Gobitz, además de la confusión que existe con respecto al espíritu de la norma de la OIT y su verdadero alcance, la gran minería tiene en frente otros desafíos que deberá superar. Estos están estrechamente ligados a las exigencias ambientales, que serán más estrictas, la seguridad y la competencia por espacios frente a otras industrias. Desde los desastres ambientales y sociales producto de las fallas de presas de relaves en Brasil, ahora las mineras deben publicar en sus reportes la estabilidad de estas estructuras en sus operaciones. “Es un asunto que crecerá en importancia”, conjetura Gobitz. Otros cambios que intuye el CEO de Antamina son los planes de cierre de minas y las emisiones de gases de efecto invernadero. “Estas exigencias supondrán mayores desafíos y mayores costos”, refirió el ejecutivo.

Para nadie es novedad que los yacimientos mineros cada vez son más profundos y difíciles de encontrar. Debido a que están en ubicaciones remotas, “supone una logística distinta” e invertir en muchas ocasiones con el sector público en infraestructura como carreteras y sistemas de agua potable. Con todo, los nuevos yacimientos tienen menos metales comercialmente valiosos o son muy castigados por los nuevos estándares ambientales en el mundo, o a veces simplemente por el espacio. “Los espacios que se requieren para desarrollar la industria minera compiten con otras industrias”, dijo Gobitz Colchado.

Un desafío no menor es el crecimiento del nacionalismo. “Hay muchos países que cada vez presionan más por la participación del Estado en lugar de la participación privada. En nuestra región, sostuvo Gobitz, dos de los países con más tendencia al estatismo son Venezuela y Bolivia, pero en general, en el mundo, dijo el presidente del IIMP, se trata de una industria global que en algunos territorios del planeta tiene dificultades porque deben lidiar con gobiernos que no necesariamente creen en la inversión privada o no respetan la legislación existente y, por lo tanto, hacen difícil el desarrollo de la industria en esos territorios”, dijo.

Otro relevante componente de la industria minera global es el reciclaje. “Habrá mayor exigencia ambiental, en la obtención de permisos, en la generación de empleo local y desarrollo territorial, eso sin duda tendrá como consecuencia que existirán menos proyectos que se puedan ejecutar, pero habrá una industria, la del reciclaje, que crecerá en la medida en que los precios de los metales suban”, infirió. Ahora bien, la tecnología digital supone un perfil de trabajar distinto y mayor eficiencia en toda la cadena productiva, y la diversidad, como una forma de atraer talento, junto con la economía verde y la electrificación de los países, también tendrá un papel en el futuro de esta esencial industria planetaria.

Autor: Energiminas (info@prensagrupo.com)