
Rio Tinto, una de las empresas mineras más grandes del mundo, reconoce que sin las matemáticas, sus millonarias operaciones comerciales de embarque de minerales no serían competitivas. Para demostrar la importancia de esta ciencia exacta, echa mano de su operación de bauxita Weipa, en Queensland, Australia.
Rio Tinto embarca unas 30 millones de toneladas de bauxita al año desde esta operación. Más de 10 inmensos barcos llegan al puerto de Weipa cada semana para trasladar la bauxita a los clientes de Rio Tinto en la misma Australia, en la lejana Asia y otros destinos.
Para entender la importancia de la sincronización en una operación como esta se debe conocer primero el costo. Rio Tinto sostiene que un barco que no atraque puede tener una penalidad superior a los US$100,000 diariamente.
Por tanto, la exactitud es crucial. Carga los barcos con bauxita y luego desatracarlos para dar paso al siguiente requiere una coordinación que se logra solo con ecuaciones que la final le generan ahorros a la minera por millones de dólares al año.
“Invertíamos alrededor de tres o cuatro horas cada mañana proyectando escenarios manualmente como respuesta a los últimos cambios de las variables como el clima, la llegada a tiempo y la disposición de las existencias”, rememoró Michelle Sjoberg, uno de los responsables de orquestar la llegada y salida de los buques al puerto de Weipa.
“Mathematical optimisation” sounds complicated. And that’s because it is. But really, it’s just a technical way of saying we’re using maths-based technology to make better decisions more often, saving time and millions of dollars in the process. Simple.
— Rio Tinto (@RioTinto) 16 de agosto de 2018
Ahora las acciones se apoyan en un software altamente especializado que ayuda a programar las tareas para que Sjoberg tome mejores y más rápidas decisiones. Los resultados han dado una operación de embarque más eficientes y a menores costos. Ahora tomar las decisiones, que antes tomaban entre tres y cuatro horas, tardan 30 minutos. “Además sabemos que lo hacemos basados en data, no en la opinión”, afirma Rod Smith, jefe de planeamiento del equipo de Productividad y Soporte Técnico de Rio Tinto.
En la industria este cambio se conoce como “optimización matemática”. Este ha permitido dejar de lado las reacciones instintivas para dar paso a los hechos. La herramienta, basada en la matemática, le permite a los operadores obtener respuestas exactas la mayoría de las veces.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)